Ronda el mediodía cuando por debajo del imponente Puente Colgante pasa el casco de color naranja del buque de Salvamento Marítimo María de Maeztu. En la margen izquierda de la ría, a la altura de Portugalete, decenas de personas esperan el paso de esta embarcación porque saben que algo va a ocurrir. Y es que en la mañana de ayer tuvo lugar una exhibición de rescate marítimo en la que tomaron parte el buque María de Maeztu y un helicóptero que hicieron el simulacro durante un cuarto de hora. “Es una actividad que, hasta ahora, no se ha realizado en la ría y la verdad es que estamos expectantes. Hemos tenido la fortuna de que las condiciones climatológicas han acompañado para que, finalmente, se pueda llevar a cabo este ejercicio”, explicó Eneko Arce, presidente de la Cofradía de Mareantes y Navegantes San Nicolás de Portugalete, entidad organizadora del VIII Festival Marinero de la noble villa, ciclo en el que se enmarcó la celebración de este ejercicio.

Una vez llegó hasta la zona el buque María de Maeztu, la expectación fue creciendo y, quien más y quien menos, buscaba la mejor ubicación posible para ver el simulacro. Justo a las 12.00 horas llegó el helicóptero que realizaría el ejercicio. En ese momento, grandes y pequeños miraron al cielo y, desde entonces, no perdieron ripio de todo lo que acontecería a lo largo de los quince minutos de maniobra. El María de Maeztu permanecería en un punto fijo, mientras que el helicóptero iba bajando de altura paulatinamente y se acercaba a la embarcación. Allí, tal y como marcaba el guion del simulacro, una persona necesitaba ser rescatada. Así, tras realizar todos los preparativos perceptivos para poder intentar la evacuación, se puso en marcha la operación ante la atenta mirada de un público que no hacía más que aumentar. Unos móviles en mano, otros mirando sin pestañear, pero todos ellos estaban atentísimos a lo que ocurría. El primer intento de rescate fue exitoso y una vez se completó de forma sobresaliente el ejercicio, volvieron a intentarlo para tratar de aprovechar este simulacro al máximo. La segunda intentona también fue exitosa y, que este buen sabor de boca, los equipos de rescate pusieron punto final a su entrenamiento.

El helicóptero fue volviendo a tomar altura para, poco después, abandonar el cielo de la noble villa jarrillera, pero el María de Maeztu se quedó en la zona portuaria jarrillera hasta las 17.00 horas. Así, la ciudadanía portugaluja pudo ver de cerca todos los detalles de esta embarcación. No fue el único barco del que pudieron conocer todos sus secretos, en este aspecto, aunque ya es un elemento muy habitual del paisaje de Portugalete, la goleta Atyla también fue uno de los atractivos de la jornada de ayer en la noble villa jarrillera con motivo de este Festival Marinero. También el barco ecológico Mater, embarcación que ofreció varias rutas ría adentro para hacer recogidas de plásticos y microplásticos en el cauce. De esta manera, tanto se conciencia a la ciudadanía de la importancia de consumir menos plásticos y que éstos no acaben en el mar o los ríos, como se procede a tratar de limpiar el cauce de estos elementos que, por desgracia, cada vez tienen una mayor presencia en nuestros mares y ríos.

Música y Gastronomía

Tanto el Atyla como el Mater serán también protagonistas en la jornada de hoy, último día en el que Portugalete festejará su VIII Festival Marinero. Pero más allá de estas dos embarcaciones, hay más atractivos en esta cita que se ha convertido en una actividad de referencia en el calendario cultural de la noble villa jarrillera. Así, en pleno paseo de La Canilla se puede disfrutar de una carpa en la que se venden productos ligados a la mar y, también, se pueden ver obras que tienen el mundo marinero como gran protagonista. La gastronomía es, también, otro de los atractivos de este evento, ya que un pulpeiro llegado desde Galicia ofrecerá el mejor pulpo al público de este festival. La música en diferentes vertientes tiene un gran protagonismo en esta cita tal y como se demostró anoche con el concierto que ofreció Kalakan. Los del grupo de Iparralde son sólo algunos de los ritmos que se han podido y se pueden escuchar hasta esta tarde en Portugalete con motivo del Festival Marinero, una cita que ofrece espectáculo por tierra, mar y, ayer, también por aire.