EL deporte es una elemento universal que no entiende de recursos económicos o de las capacidades para practicarlo. De hecho, en la mayoría de ocasiones sirve como nexo entre las diferentes culturas del mundo. Por ejemplo, el deporte en Bizkaia es el mismo que el de la India, pero no se juega en las mismas condiciones.

Amaia Bengoa, Leizuri Aguirre, Gorka Bóveda, Eneko Ramos y Alex Cortes, bajo la marca Baikirola, han plasmado las diferencias que existen en la actualidad del deporte en la India. “Tuvimos la oportunidad de viajar con la universidad a la India”, explicó Amaia Bengoa.

Para representar las diferencias entre ambas culturas, han realizado un cortometraje en el que pudieron “realizar una película sobre la situación del deporte en el país asiático”. “Queríamos traer a Bilbao todo lo que estábamos viendo y se nos ocurrió la idea de hacer el cortometraje para de una manera u otra visibilizar cómo es la vida allí”, relató Leizuri Aguirre.

ESTUDIANTES UNIVERSITARIOS

Las y los jóvenes que forman parte del grupo son estudiantes universitarios del Grado de Leinn –Liderazgo, emprendimiento e innovación– que aprovecharon el viaje para dar a conocer la situación del país. “Nos surgen estas oportunidades gracias a este grado en el que cada año viajamos a un destino diferente”, puntualizaron.

El cortometraje lo han llevado a cabo con el objetivo de “concienciar, informar y promover valores como la gratitud y la empatía entre los jóvenes deportistas de Bilbao”, añadió Aguirre. Además, no descartan continuar con el proyecto en otros países.

Con un mes de estancia en el país asiático, el grupo comprobó de primera mano que es uno de los lugares en el que más viven y sienten el deporte. Aseguraron que “teniendo en cuenta de las realidades que venimos nosotros” no disponen de tantos “recursos económicos como una persona de clase alta de aquí”.

DIFERENCIAS

No obstante, “en todas las clases sociales te reciben con los brazos abiertos”. “Tienen la cultura de querer ayudar y te dan incluso más de lo que ellos tienen”, apuntó Amaia Bengoa. Envueltos en una nube, confesaron que estábamos viviendo una realidad que para nosotros aquí es impensable”.

Destacaron que el hecho de conocer a una persona y que te acoja en su casa “para ellos es una manera de agradecerte lo que estás haciendo allí y cómo estás, de una manera u otra, dando visibilidad a su realidad”. A raíz de este caluroso recibimiento “tuvimos la oportunidad de realmente conectar con la cultura. Y eso fue lo que nos hizo ver la importancia de que esto saliese a la luz”.

El cortometraje, según cuentan los estudiantes, se centra en las desigualdades que existen en el mundo deportivo, ya sea por la cultura o por el género. “Las mujeres madrugaban mucho para jugar a fútbol, luego tenían que ir al colegio y cuando acababan iban a los entrenamiento, es una vida bastante dura”, sentencian.