El municipio de Trapagaran es muy conocido en Euskadi por acoger en su zona alta –cercana a los montes de Triano– enclaves como Larreineta –estación término del único funicular vasco con una plataforma horizontal– y sobre todo por albergar el poblado minero de La Arboleda vestigio de la importante actividad minera de la zona. A partir de ahora sumará a sus atractivos patrimoniales el imponente mural que el autodidacta pintor trapagarandarra Enrique Torres ha plasmado en las paredes de los bajos del número 25 de la Estrada de San Andrés en la zona baja del municipio minero.

Una obra que se plasma en un muro de 18 metros de largo por 3 metros de alto en Trapagaran titulada Montes del Duranguesado en la que este puntillista pintor ha reproducido con todo lujo de detalles, incluso con añadidos exprofeso como nubes y aves, a la fotografía que adorna la publicación que José Zuazua dedicó a la escuela de escalada de Atxarte “una de las de mayor prestigio no solo a nivel vasco”, apunta Txus Larrieta, impulsor de esta iniciativa que ha convertido una anodina pared blanca en un bosquejo de las cimas que se encuentran en el entorno del Anboto y de las canteras de Atxarte. “En esta zona se encuentra el paso del Diablo donde desgraciadamente el exceso de confianza se ha cobrado varias vidas”, señala Larrieta que con este mural pretende homenajear a los escaladores a cuya familia ha pertenecido durante muchos años.

Una propuesta que Enrique Torres, que ayer cumplió 60 años, aceptó con sumo gusto y que se suma a los diversos murales desarrollados hace décadas en la iglesia de La Arboleda o en las antiguas escuelas de Larreineta, así como en diversas propiedades privadas. “Yo soy un pintor de brocha gorda al que siempre le ha gustado el arte y a lo largo de mi vida laboral lo mismo he tirado de rodillo que he rotulado, he hecho trabajos con ácido o he recreado motivos artísticos en todo tipo de superficies aunque he de reconocer que con el muralismo entré en otro nivel personal”, comenta Torres cuyo mural de obreros mineros preside aún hoy el altar de la Iglesia de La Arboleda –y otros dos que están actualmente semiocultos– así como en las antiguas escuelas públicas de Larreineta que a día de hoy están ocultas a los usuarios bien por falta de espacio para su contemplación o por la falta de sensibilidad artística de algunas y algunos.

El nuevo mural de la Estrada de San Andrés elaborado por Enrique Torres –en el que ha colaborado activamente tirando de rodillo y de escala– el veterano escalador Txus Larrieta será presentado en sociedad el próximo día 27 de este mes, una cita a la que están invitados tanto mendizales como amantes del arte mural y pictórico. Un detalle a destacar de la nueva composición de Torres es que en su desarrollo ha creado un trampantojo de modo que los espectadores que vean el mural desde la parte baja de la Estrada de San Andrés no perciban el corte que supone la acera que bordea el edificio donde su ubica el mural.