Leioa, que tantos y tantos vehículos soporta debido al paso de La Avanzada –las obras para su cubrimiento continúan sin contratiempos– recibió ayer a otro tipo coches, de los que molan más o, por lo menos, de los que no sueltan tanta porquería por el tubo de escape. La localidad fue sede de la segunda parada del Circuito Urbano Greenpower Bridgestone donde participaron, en este caso, siete escuderías, siete colegios de Bizkaia, con alumnado de edades comprendidas entre los 9 y los 11 años. Los bólidos eran eléctricos y ecológicos, claro, y creados por sus pequeñas manos ingenieras.

La plaza José Ramón Aketxe fue el escenario de esta prueba para la categoría Goblin, es decir, la que engloba a los estudiantes de menor edad. Luego están: Fórmula 24 (de 11 a 16 años) y Fórmula 24+ (de 16 a 25 años). Los vehículos que circularon ayer por Leioa fueron construidos por los alumnos, en horario extraescolar o como una actividad curricular, a partir de un kit que viene con instrucciones que les guían de una sencilla manera y con la ayuda de los profes, quienes, como se comprobó ayer, se afanaron en resolver cualquier problemilla que pudiera surgir. “Este proyecto que es totalmente innovador en la forma de aprender ya que se trata de un PBL real en que los alumnos son protagonistas de su aprendizaje al 100%, supone un reto para alumnos y profesores. También supone aumentar la calidad educativa ya que tenemos la oportunidad de poner en juego las diferentes competencias de nuestros alumnos”, explicaron desde Jesuitinas Bilbao-Colegio La Inmaculada, uno de los centros que rodó en Leioa. Las metodologías de estudio PBL están basadas en la estructura problema-solución donde se presenta un caso particular y los alumnos, a través de un proceso cooperativo y de búsqueda de información, tratan de buscar las mejores soluciones para resolver el asunto en cuestión. Pero en este programa de las series Greenpower entran en juego otras siglas: STEM (Science, Technology, Engineering and Mathematics). Así, en esta iniciativa se desarrollan esas habilidades científicas que van calando también entre las niñas. Que se lo pregunten si no, a las participantes del Colegio Ayalde, que ayer estuvieron con su buzo de mecánicas y compitieron de maravilla. En este sentido, en estas carreras no gana el más rápido sino el que conduce de una manera eficiente energética y sosteniblemente. Y es que se trata de unas pruebas en las que prima el número de vueltas que los vehículos sean capaces de dar a un recorrido preestablecido con una combinación de motor eléctrico y baterías, y abierto al diseño de la carrocería del coche, así como de sus aspectos mecánicos y eléctricos en aras a mejorar su rendimiento. Vence el equipo que consiga realizar más kilómetros sin que se agote la batería. Gaztelueta, con su Black spider, fue el triunfador ayer.

Ciudad educativa

Leioa albergó esta competición por segundo año consecutivo. Como ya había indicado el alcalde, Iban Rodríguez, el Ayuntamiento “está siempre dispuesto a colaborar en acciones que promuevan el espíritu creativo, emprendedor y las capacidades de nuestra juventud”. Por este motivo, prosiguió el primer edil, “estamos encantados de acoger esta prueba; somos una ciudad educativa, con quince centros en el municipio y por ello creo que somos uno de los mejores escenarios posibles para una competición de estas características”. La cuarta edición de estas pruebas urbanas se celebra también en Bilbao (fue el estreno el pasado 10 de marzo), Barakaldo, Santurtzi y Amorebieta. En esta ocasión, participan más de 110 equipos, lo que representa un aumento significativo respecto a los 82 equipos de la edición anterior. Además, el número de centros educativos involucrados ha pasado de 62 en 2023 a 87 en el presente año.