Desde 1995, la consultoría especializada en género, acompaña en procesos y estrategias para promover una cultura y forma de trabajo que garantice la igualdad de mujeres y hombres, mejorando el clima laboral y rentabilizando una mejor gestión de personas.

Desde su oficina en Bilbao, la entidad ofrece planes de conciliación, formación, investigación y estudios sectoriales para organizaciones de todo el Estado, explica Itxasne Martínez Ojinaga, consultora formadora en Murgibe.

Durante sus 29 años de actividad, la consultoría ha llevado a cabo más de 280 diagnósticos y planes de igualdad en empresas, entidades del tercer sector y administraciones públicas. Estos planes representan el paraguas bajo el cual se desarrollan acciones concretas, dependiendo de las necesidades de cada caso.

Diagnóstico 

El primer paso para la implantación de un plan de igualdad en una empresa se inicia normalmente con un proceso de participación, a través de cuestionarios, entrevistas y grupos de trabajo. Posteriormente, y tras un análisis cuantitativo y cualitativo de la situación, se llevan a cabo propuestas para una planificación a cuatro años en la que se fijan unas acciones y objetivos concretos.

En los casos en los que se quiera trabajar un tema específico dentro de un plan, por ejemplo, cuestiones de liderazgo o de conciliación, también se facilita desde Murgibe asesoramiento y apoyo.

Marco normativo

En la actualidad, la normativa vasca, estatal y europea comprende unos ejes de actuación en torno a las políticas públicas y estrategias en materia de igualdad. Estos contemplan medidas como la obligatoriedad de contar con un plan de prevención y acoso laboral, o la realización de auditorías salariales en el caso de algunas empresas.

Este marco normativo ha facilitado que se produzcan avances importantes en materia de igualdad en los últimos años. En el caso de Euskadi, a través de la Ley Vasca de Igualdad de 2005 y, posteriormente, a nivel estatal con la entrada en vigor de los reales decretos que exigen a empresas de 50 o más personas en plantilla elaborar y aplicar planes de igualdad. 

Ha habido un cambio en los últimos años, pero el catalizador ha sido el marco normativo y de recursos humanos. A nivel de administración, el que haya profesionales y áreas específicas de igualdad es un punto muy positivo que posibilita los cambios más estructurales y efectivos,” añade Itxasne, quien también destaca la labor realizada desde el movimiento feminista para conseguir esos avances.

"Existen en la actualidad sectores de mujeres jóvenes muy sensibilizadas, que chocan con chicos de su misma edad que no sienten el cambio de manera tan profunda"

El espejismo de la igualdad

En este sentido y, a pesar de los logros alcanzados, sigue siendo necesaria una mayor sensibilización, concienciación y un cambio de valores. “Venimos de una cultura tradicional, jerárquica y controladora, y la igualdad también exige un cambio cultural hacia modelos de organización más horizontales y participativos donde haya otro tipo de liderazgos. El reto en el cambio de valores pasa por revisar las formas de hacer.”

Otro desafío importante es la gestión de personas, incluyendo la incorporación de mujeres en la industria, donde en muchos sectores existe aún una gran desigualdad en el acceso. En este sentido, medidas como la revisión de los procesos de contratación, la formación y la incorporación de criterios de género en ámbitos como la salud y la conciliación, resultan efectivas para abordar este desequilibrio.

A nivel social, Itxasne también apunta a una dificultad para pasar de lo individual a lo colectivo, además de un aumento de los discursos regresivos, sin olvidar la existente violencia contra las mujeres. “Se van dando pasos, pero no se puede retroceder,” concluye.