Sopela sigue aumentando el número de radares pedagógicos instalados en el municipio con el propósito de mejorar la seguridad vial. Esta vez, el nuevo dispositivo destinado al control de velocidad se ha ubicado en la calle Ingestabaso, muy próximo a los accesos a las playas. Este nuevo radar tiene como objetivo principal “concienciar a las y los conductores sobre las velocidades en la vía”, según destacan desde el Consistorio. Con esta medida se pretende aumentar la seguridad vial y peatonal en dicha calle y mejorar la calidad de vida, tanto de vecinos y vecinas como de sopeloztarras que acceden a la zona de playas. Además, destaca por su carácter sostenible “ya que se alimenta exclusivamente de energía solar”, agregan.

En este sentido, cabe recordar que no es el primer radar pedagógico que se instala en la localidad. En concreto, el año pasado se ubicó un dispositivo de este tipo en la calle Olabide, por tratarse de “un punto de gran tránsito” hacia el nuevo hospital de Urduliz. No obstante, con el inicio del nuevo curso escolar, este radar pedagógico fue trasladado a las calles Gatzarriñe y Urgitxieta en Larrabasterra, una zona con idéntica problemática de exceso de tráfico y velocidad.

Sobre esta línea, estos radares pedagógicos no han sido la única actuación en materia de control de velocidad que ha llevado a cabo el Ayuntamiento en el municipio. Tras la correspondiente licitación y adjudicación, el año pasado se instalaron cuatro radares en cuatro puntos de gran afluencia de vehículos como son Olabide –donde hay dos–, Sabino Arana y Akilino Arriola.

Control de velocidad

A este respecto, desde el Consistorio sostienen que “estas medidas responden a la necesidad alarmante de controlar el tráfico y las velocidades de los vehículos en el municipio”. Precisamente, los responsables municipales alegan que son “constantes las quejas” sobre los excesos de velocidad y aumento del tráfico en diferentes puntos de Sopela debido “al crecimiento del municipio y de toda Uribe Kosta”. Por este motivo, alegan que “a falta de variantes de tráfico adecuadas”, la localidad costera sigue siendo “un municipio de paso”. En esta línea, apuntan que las carreteras soportan “gran parte del tráfico comarcal” y que la prioridad municipal “es garantizar la seguridad y bienestar de las personas”.

Quinta cabina de radar

Siguiendo esta línea de actuación en materia de seguridad vial, este año el Ayuntamiento de Sopela tiene previsto adquirir e implantar una quinta cabina de radar destinada a dar cobertura a la calle Gatzarriñe, en las inmediaciones de la ikastola Ander Deuna en respuesta a las quejas reiteradas de exceso de velocidad en dicho vial. Del mismo modo, los responsables municipales tienen previsto “estudiar la posibilidad” de trasladar el radar de Akilino Arriola –que se encuentra en las inmediaciones del Colegio Zipiriñe– hacia el hogar del jubilado y la cuesta de la calle Iberre. Todo ello a través de un radar rotatorio que controlará la velocidad en diversos puntos del municipio de forma itinerante.

En breve

Radar pedagógico. Se ha instalado en la calle Ingestabaso, próximo a los accesos a las playas. Tiene como objetivo concienciar a los conductores sobre las velocidades en la vía y destaca por su carácter sostenible ya que se ‘alimenta’ exclusivamente de energía solar.

Otros dispositivos. El año pasado se ubicó un dispositivo de este tipo en la calle Olabide. Con el nuevo curso escolar, este radar pedagógico fue trasladado a las calles Gatzarriñe y Urgitxieta, en Larrabasterra.

Cabinas de radar. Existen cuatro: en Olabide (dos), Sabino Arana y Akilino Arriola. Este año se implantará una quinta cabina en la calle Gatzarriñe, junto a Ander Deuna Ikastola.