De cara a las próximas jornadas festivas de Carnaval, en especial la noche del sábado al domingo, la administración durangarra ha decidido incrementar las medidas de seguridad para prevenir botellones y evitar las conductas incívicas. En concreto, el protocolo de seguridad se llevará a cabo conjuntamente entre Policía Municipal y Ertzaintza, y se realizarán diversos controles de seguridad, además, de reforzar la vigilancia en zonas aledañas al Casco Viejo, donde habitualmente se reúne la gente para hacer botellón.

Bajo la premisa de velar por la seguridad ciudadana y mejorar la convivencia, el Consistorio reforzará la vigilancia en las zonas donde más frecuentemente se da cita la juventud para hacer botellón, recordando a las personas que puedan estar concentradas en estos espacios de la villa que está prohibido beber en la calle. “En caso de no hacer caso a las advertencias efectuadas por la Policía Municipal y la Ertzaintza, se impondrán multas a las personas que estén bebiendo en la calle y ocasionando molestias a vecinos y vecinas”, explicaron responsables municipales.

Por su parte, se reforzarán los controles de seguridad en el Casco Viejo y aledaños, espacios en los que se prevé que haya una mayor acumulación de personas. Asimismo, se realizarán varios controles de arma blanca en el transporte público y habrá mayor control para evitar robos de carteras, móviles y otros objetos personales.

De este modo, la administración durangarra quiere evitar que se repitan hechos como los acontecidos la madrugada de Año Nuevo, cuando alguien lanzó una botella contra el balcón de una de las viviendas situadas en la plaza Matute. Este episodio ya motivó la decisión de incrementar los controles para garantizar la seguridad en los días de fiesta y con los carnavales a la vuelta de la esquina, el Ayuntamiento ha decidido desplegar este dispositivo.