Para muchas de las personas que ayer hacían cola para recoger los árboles frutales que de manera subvencionada repartió el Ayuntamiento de Muskiz en el frontón Donibane Berria, la figura de Iñaki Lejarza, un histórico edil del municipio alejado de alharacas y aspavientos, no era sino uno más de quienes aprovechaban la virtud municipal de fomentar la biodiversidad forestal del municipio propiciando de paso un guiño histórico a una actividad que hasta la industrialización formaba parte del abecé de los baserritarras de este enclave del oeste vizcaino. “Aún recuerdo de pequeño ver las hileras de burros y caballerías que se dirigían al mercado de Portugalete cargando en sus alforjas las frutas que se cultivaban en nuestro pueblo como las manzanas y en especial las cerezas que convertían en primavera a algunos de nuestros enclaves en un mar de flores blancas. Muskiz era un municipio privilegiado en fruta. Luego llegaron los empleos en las fábricas y esta práctica de explotación de los frutales e incluso de las huertas fue cayendo en desuso”, rememora este ex edil jeltzale que a sus 83 años tiene en su haber el impulso de hitos del calendario muskiztarra como la aclamada Feria Agrícola –hoy imprescindible en el calendario del sector en Bizkaia– o la bajada de antorchas en las fiestas patronales.

Edil durante cuatro legislaturas desde el advenimiento de la democracia, con Jose María Gómez Ibarra de alcalde, este veterano amante de la naturaleza que rodea su pueblo natal y del paisanaje que lo compone, acudió ayer al frontón de las campas de San Juan con su tarjeta en la que había apuntado su deseo de comprar dos aguacates. “Yo no sé si será por el cambio climático pero los aguacates tanto de planta como de injerto salen bastante bien en Muskiz”, apunta este baserritarra que estima que desde que se puso en marcha este programa hace tres décadas “habremos repartido más de 40.000 árboles frutales de todo tipo; lo que sin duda ha mejorado la biodiversidad de las huertas y terrenos de nuestro pueblo”.

No es nada descabellada la cifra si tenemos en cuenta que en la última década, excepción hecha de la pandemia, se han repartido más de 1.100 ejemplares de media por campaña. Sin ir más lejos, ayer se repartieron 1.085 plantones de unas 40 variedades entre 176 vecinos empadronados en el municipio aunque, tal y como pudo constatar DEIA en la cita frutícola, no todos los ejemplares se acomodarán en el municipio ya que algunos irán a parar a segundas residencias en comunidades limítrofes o a vecinos de estas localidades foráneas que enriquecen sus huertos y terrenos con plantas que han sido subvencionadas por el Ayuntamiento vizcaino.

Una cuestión que es difícil de controlar salvo para quienes en siglos pretéritos sometían a los solicitantes de árboles frutales –so pena de acabar en el “cepo” de Balmaseda– a una inspección de las autoridades que velaban no solo por la plantación de los árboles subvencionados en la zona expuesta en la solicitud sino porque éstos hubieran prendido a mediados de marzo, para evitar excesos en las peticiones.

“Nosotros, los primeros años en los que pusimos en marcha esta iniciativa, regalábamos directamente los árboles a quienes lo solicitaban pero a la vista de los excesos y la picaresca tuvimos que empezar a cobrarlos aunque fuera de una manera subvencionada. Pero es que es muy difícil evitar que algunos ejemplares se planten en otras tierras que no sean del municipio”, explica este jubilado al que le costó llegar a la cola del reparto para atender a unos y otros que se paraban a saludarle.

Algo similar a lo que le pasó al insigne José Antonio de la Peña, presidente de la Asociación de Jubilados y Jubiladas de Muskiz y muy activo en la vida social y deportiva del municipio. No en vano impulsó la creación de la Unión Deportiva Muñatones y promotor del club local de balonmano. Incluso el alcalde, Edu Briones, aparecía en el listado como demandante de un par de limoneros, uno de los árboles que año tras año mantiene el pulso en la demanda de las diversas variedades que se ofertan.

Así, en esta edición, entre los cítricos se adquirieron 68 naranjos, 58 limoneros, 50 mandarinos y 13 limas, según los datos aportados por Asier Balentzia, director del Taller Gallarreta que organizó el reparto. “Este año el oro se lo ha llevado la manzana Reineta con 64 ejemplares seguidos de los plantones de kiwi hembra –con 59 ejemplares– y de los limoneros”, apuntó Balentzia.

Un poco de todo –quince ejemplares– es lo que adquirieron Fernando García y su mujer, vecinos de Laureta, que acudían por primera vez a esta iniciativa y que hoy esperan haber completado la plantación de los ejemplares adquiridos en una huerta de su propiedad en el barrio de Nesilla.