24 horas después del fallecimiento de una mujer tras recibir un tiro desde el exterior de su vivienda en Deba ha situado al mundo de la caza en el punto de mira social. En estos momentos la investigación de la Ertzaintza para esclarecer los hechos sigue abierta: "Todavía está por conocer la forma en la que se han desarrollado los hechos, pero está claro que esto es una fatalidad", cuenta Javier Varona, presidente de la Federación de Bizkaia de Caza. De la misma forma, la afición por la cacería vuelve al debate en las calles. Javier, quien siente que su afición a nivel social no está bien vista, explica que existen una serie de normas que los cazadores deben respetar y cumplir a rajatabla porque "una bala puede recorrer hasta los cinco kilómetros". Varona ha calificado el incidente como "un cúmulo de circunstancias fatales".

Recientemente, vecinos de Artxanda se hicieron eco de la preocupación existente en la zona, quienes denunciaban que los cazadores no respetaban el perímetro de seguridad de 200 metros alrededor de sus viviendas establecido desde 2021. Ya en 2020 se estableció una zona de seguridad en terrenos tanto de Bilbao como de Sondika. En dicha delimitación se prohibió la caza con armas, únicamente se autorizaba de forma excepcional controles cuando se produjeran daños en el medio agrario o forestal, o accidentes de tráfico. "Es una cuestión que lleva tiempo coleando, la realidad es que no existe una denuncia o sanción en la Policía Municipal –autoridad a la que le compete el tema de caza– sobre las batidas", puntualiza Javier Varona.

Es más, “en todo el término municipal de Bilbao está prohibido cazar”, añade Javier Varona, quien compara las licencias de la caza con las licencias de conducir. “Un coche también puede llegar a ser letal”, indica. Además, señala que a diferencia de los accidentes de caza, los incidentes sobre ruedas acontecen de forma más sucesiva. “Los accidentes de caza no son tan habituales como los de tráfico”, matiza el presidente de la Federación.

REGLAMENTO

Dentro del reglamento de cazadores a la hora de llevar a cabo las batidas existen distancias que se deben respetar. Si las personas en cuestión se encuentran cerca de alguna casa, deben disparar siempre que estén al menos a 200 metros de distancia y de espaldas a cualquier vivienda. En caso de que esta orden se realizase de cualquier otra manera, sería una negligencia por parte del cazador. Javier indica que una de las ideas que más se recalca en las batidas es la de no disparar a los visos, es decir, nunca se deberá disparar a una zona en la que no se tenga la visibilidad del lugar en el que parará la bala.

Toda la información necesaria por parte de los cazadores para la puesta en práctica de batidas está recogido en el artículo número 27 de la Ley 2/2011, que recibió una modificación en diciembre del año 2019. Para Javier, a raíz de este tipo de sucesos como el acontecido en Deba, se aprovechará para delimitar las zonas en las que se pueda practicar la caza. El presidente de la Federación vizcaina de caza añade que no conoce “ningún accidente de las mismas características que haya sucedido con anterioridad”. Aunque, puntualiza que si se han llegado a dar casos de incidentes entre los propios cazadores. “Conozco accidentes en las batidas pero se suelen dar entre los propios cazadores”, sentencia Javier Varona.

CUADRILLA DE 25 CAZADORES

Según han explicado desde la Federación guipuzcoana de caza la cuadrilla que estaba batiendo en la zona, en Deba, estaba formada por 25 cazadores, todos federados. Los cazadores llevaban a cabo por la mañana del domingo una batida de jabalíes en esa zona con el correspondiente permiso de la Diputación. Se trata de la mancha de Iztiña, una zona boscosa a las afueras de Deba, río arriba, de "batida habitual" de jabalíes, denominada así por ser un área de caza mayor delimitada como tal.

Para cuando agentes de la Ertzaintza localizaron a los cazadores e interrumpieron la actividad, el grupo ya había abatido cinco jabalíes y tenía localizados varios ejemplares más.