Tras solventar los inconvenientes, y pese al evidente retraso que acumula –se esperaba que pudiera estar disponible para aniversario del bombardeo del pasado mes de abril–, el histórico búnker de Astra tendrá por fin su envolvente “para finales de este año”. Al menos así lo aseguró el alcalde de Gernika-Lumo José María Gorroño durante el último pleno municipal, en el que incidió en la necesidad e acometer los trabajos para solventar “los problemas de filtraciones” que presentaba la infraestructura, uno de los escasos vestigios de antes del ataque aéreo en 1937.

La cubierta del búnker tendrá alrededor de 570 metros cuadrados “y la entrada va a tener 190 metros cuadrados, allí donde está la puerta” agregó Gorroño, mientras que la zona adyacente –más concretamente el área que da entrada al edificio de Astra– será peatonal, no en vano, el acceso al parking del complejo ya se puede realizar por otra ubicación cercana. En un principio, las intenciones del Consistorio gernikarra pasan porque con la envolvente se pueda garantizar que las inmediaciones del búnker de Astra puedan acoger exposiciones con mayores condiciones de comodidad que en la actualidad.