El museo Guggenheim Urdaibai será un proyecto de revitalización económica y cultural de la comarca, pero también de recuperación medioambiental. Y es que, además de la construcción de sus dos nuevas sedes en Gernika y Murueta, permitirá dar un importante salto en la descontaminación de suelos y renaturalización de la biosfera; solo el suelo que se devolverá a las marismas se eleva a 20 hectáreas, el equivalente a 28 campos de San Mamés, ahora ocupadas por especies invasoras y donde el agua salada volverá a su espacio original cuando suba la marea. Sin olvidar la descontaminación de más de 63.000 metros cuadrados de suelo industrial, cuya ejecución comenzará el próximo año, y la restauración del flujo natural de la ría en Murueta.

El proyecto del Guggenheim permitirá recuperar 20 hectáreas de marismas en Urdaibai

El proyecto del Guggenheim permitirá recuperar 20 hectáreas de marismas en Urdaibai DEIA

La ampliación en discontinuidad del museo Guggenheim parte de una premisa básica: su ubicación en plena reserva de la biosfera de Urdaibai, un espacio en el que conviven, desde hace décadas, la actividad humana y la riqueza ecológica. Es por ello que uno de sus principales objetivos es, precisamente, potenciar esos valores naturales, sustituyendo los antiguos emplazamientos industriales por espacios respetuosos con el medio ambiente y la recuperación ambiental de la zona.

Y así se recoge en el convenio que han firmado la Diputación Foral de Bizkaia y el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, por el cual este último financiará con 40 millones de euros diferentes actuaciones con un importante impacto ambiental, ya que permitirán descontaminar más de 60.000 metros cuadrados de suelo tanto en la antigua Dalia como en los astilleros, se van a recuperar 20 hectáreas de marisma hoy en día desecada, restaurar el cauce natural de la ría, descontaminar el acuífero de Gernika, soterrar 600 metros de tendido eléctrico y renaturalizar 41.000 metros cuadrados de terrenos actualmente industriales. Los edificios en los que se ubicará la actividad cultural, además, estarán integrados en su entorno y serán neutros en emisiones de carbono.

Prohibido acceder en coche

La recuperación de amplias zonas de marismas, hoy en día desecadas e infectadas de especies invasoras, vendrá de la mano, curiosamente, de la construcción de la senda peatonal que permitirá llegar desde Gernika hasta Murueta y que será el único modo de acceso permitido, junto al bidegorri, ya que estará prohibido hacerlo en vehículo privado.

Espacio de la antigua marisma que se recuperará con la construcción de la senda peatonal DEIA

Con un total de seis kilómetros de longitud, este camino discurrirá por el que ya existe actualmente. En sus primeros cuatro kilómetros y medio, no habrá que actuar ya que el sendero es ya practicable. En los siguientes metros sí que habrá que acondicionar y mejorar el camino existente, pegado a la línea de ferrocarril para no ocupar ningún espacio nuevo, con la construcción de pasarelas de madera en ciertas zonas. En ese trazado existe actualmente una especie de muro de tierra, que impide que, al subir la marea, el agua inunde la antigua marisma al otro lado del mismo. Por ello, esos 170.000 metros cuadrados están hoy en día desecados y tomados por especies invasoras, como el plumero de la Pampa. El acondicionamiento de la senda se aprovechará para romper el muro en ciertos tramos, creando pasarelas sobre pilotes, para permitir que el agua salada vuelva a entrar en la zona cuando suba la marea, recuperándose así esta marisma y eliminando, de forma natural, las especies invasoras que hoy tiñen de blanco el espacio.

Esta misma actuación se repetirá unos metros más adelante, ya cerca del astillero: el camino actual discurre por encima de un muro similar, que vuelve impedir la entrada del agua salada, se va a eliminar, y el nuevo se habilitará pegado a la línea del ferrocarril. Aquí se ganarán otros 30.000 metros caudrados de marisma, que sumados a los anteriores permitirá ganar 20 hectáreas de esta superficie con un alto valora naturalístico y ecológico, el equivalente a 28 campos de San Mamés.