El robo de un pistola de fuego particular, una Glock 19, del domicilio de un ertzaina en Barakaldo provocó que se generaran una serie de interrogantes sobre el uso de estas armas. ¿Cualquier particular puede poseer un revólver? ¿Dónde se deben guardar? Tanto en Bizkaia como en el resto del Estado, es la Dirección General de la Guardia Civil la encargada de expedir estas licencias de armas. Y, según revelan estas fuentes, en el territorio hay un total de 30.811 licencias tramitadas en la actualidad, si bien la gran mayoría, 21.738, corresponden a rifles que se utilizan para la caza menor y mayor. Sin embargo, también hay permisos que se corresponden al uso de tiro deportivo, así como las destinadas a la defensa personal. En todos los casos, los titulares de las licencias tienen que acreditar “una conducta intachable” para ser poseedor y usuario de un arma de fuego. Además, estas autorizaciones se revisan cada cinco años.
Según los datos facilitados por la Guardia Civil, en territorio vizcaino hay 30.811 licencias de armas, aunque una persona puede contar con más de una licencia y, a su vez, el titular de una licencia puede poseer más de una arma. En Bizkaia, las más numerosas son las de tipo E y D, las que se emplean para caza menor y caza mayor. También destacan las de tipo F, las licencias de tiro deportivo que cuentan con un considerable número de aficionados, 1.241 en total. Según las últimas cifras (correspondientes a mediados de julio del año pasado), la Guardia Civil tiene registradas 38.117 escopetas de caza y armas de tiro deportivo en el territorio.
Además, existen las licencias B, que son las que se otorgan a aquellas personas que solicitan un uso de defensa personal. Las mismas fuentes indican que si las licencias, en general, tienen un carácter restrictivo, este tipo de permisos lo son aún más, ya que sus titulares deben acreditar “la existencia de un previsible riesgo para su integridad personal, específico y concreto, debiendo motivar ampliamente estos aspectos”. Se trata de licencias que antaño se otorgaban a personas amenazadas por ETA, por ejemplo, o a empresarios que se dedicaban al mundo de la joyería exhibiendo su muestrario por diferentes tiendas.
Cuerpos de seguridad
Por otro lado, las fuerzas y cuerpos de seguridad, como la Ertzaintza o las Policías Locales, cuentan con una licencia específica, que es la de tipo A. Actualmente hay 5.582 licencias que corresponden a este grupo. Es el permiso que deben obtener los agentes en activo para utilizar las armas de dotación que manejan en su día a día. Según un decreto que está ultimando actualmente el Gobierno vasco para homogeneizar la dotación de las Policías Locales, es previsible que esta cifra se incrementará considerablemente en los próximos años ya que, en base a datos de febrero de 2023, de los 3.177 agentes locales de Euskadi, 560 trabajaban desarmados.
Este decreto regulará todo lo relativo al uso y tipo, tanto de armas como de otros medios técnicos operativos y de defensa que deban utilizar las policías locales de Euskadi. Así, contempla que los agentes de los municipios de más de 5.000 habitantes deban portar arma en el plazo de un año desde la publicación del decreto y, en el caso de los municipios inferiores a 5.000 habitantes, la moratoria será de cinco años. Además, prevé que los alcaldes puedan decidir que haya determinados servicios de policía que se presten sin armas, aunque esto solo será posible en las tareas en las que no haya un riesgo grave para la vida o integridad física.
En cualquier caso, las armas que los ertzainas y policías municipales utilizan para desempeñar su labor profesional se suelen depositar en las correspondientes comisarías cuando los agentes no están trabajando. Sin embargo, esta licencia les permite contar con un arma corta de uso particular. Ese es el caso del agente al que sustrajeron de su domicilio de Barakaldo una mochila en la que guardaba una pistola. Se trata de una arma que sigue sin aparecer mientras que el ladrón, con graves antecedentes por violencia de género, ha sido puesto en libertad e imputado por el robo tras la escaramuza que han protagonizada durante las últimas semanas la Ertzaintza y los jueces en relación a los fallos registrados en su detención. El joven de 19 años no ha dado información de dónde está el arma sustraída, aunque porta una pulsera de localización para garantizar la seguridad de su expareja.
Mientras tanto, desde el Departamento de Seguridad detallaron que abrirían una investigación para determinar por qué el agente propietario de la Glock 19 no guardaba el arma en un lugar adecuado. Según la normativa vigente, este tipo de armas deben depositarse en cajas fuertes o armeros especificamente destinados a dicho uso. Por otro lado, desde la Guardia Civil, concretan que para disponer de un arma de uso particular no hay exenciones para miembros de los cuerpos de seguridad. De hecho, matizan que “del mismo modo e incluso superior al resto de ciudadanos, deben de mostrar una conducta apropiada con la labor que desempeñan y, por ende, con el arma que portan”.
Revisión de licencias
Así, concretan que las licencias de armas están bajo supervisión constante por parte de los diferentes servicios de Intervenciones de Armas y Explosivos ubicados en toda Bizkaia. Y cada lustro deben renovar las licencias y pasar las revistas de las armas que poseen acreditando que mantienen los requisitos físicos y psíquicos por los que se les otorgó la licencia. Paralelamente, cuando las autoridades tienen conocimiento de algún suceso en los titulares de licencias de armas relacionados con la seguridad ciudadana, se lo deben exponer a la mencionada intervención , que es la que valora la procedencia de iniciar un procedimiento de revocación de licencia. Además, en los poseedores de licencias no caben las conductas violentas o peligrosas para las personas y deben cumplir con un Informe de Conducta que fundamente su aptitud estar en posesión de una licencia.
Tipos de licencias
Tipo A. Se trata de las licencias pertecientes a las fuerzas y cuerpos de seguridad, Ertzaintza y Policías Locales.
Tipo B. Son licencias que se otorgan para la defensa personal, tienen un carácter restrictivo.
Tipo C. Corresponden a los vigilantes de seguridad privada para los servicios autorizados.
Tipo D y E. Se trata de los permisos más numerosos y se emplean para caza menor y mayor.
Tipo F. Son para tiro deportivo.
