“Convivencia, igualdad, esfuerzo, justicia, ayuda… Son los valores que queremos afincar en Erandio”, proclamó convencida la alcaldesa, Aitziber Oliban. Son cualidades que van incrustando ya en el municipio personas y asociaciones desde sus parcelas, desde sus pequeños metros cuadrados, y que van iluminando y emocionando a su alrededor y, por ende, en efecto, a todo Erandio. Por eso, fueron reconocidas por el Ayuntamiento en la tercera edición de la gala Ciudad Educadora. En esta ocasión, Karmele Elorrieta, Koldo Zubimendi, el AMPA del IES Astrabudua, el Hogar extremeño y el espectáculo Erandio, de Goi-alde Dantza Taldea, se llevaron el aplauso unánime y esperanzador para este ámbito local frente a la falta de convivencia, la desigualdad, el desinterés, la injusticia y el egoísmo que aplastan el mundo exterior.

Muy emotivo fue el galardón concedido a Karmele Elorrieta. Ella ha estado siempre mimando a los más pequeños de centro Ignacio Aldekoa, de Astrabudua. Empezó como auxiliar en el aula de 2 años en 2005, y ahora es monitora del servicio de madrugadores y del comedor. “Los padres y madres aseguran que todo es poco para agradecerle su labor”, desveló la primera edil. Los que están a su lado la definen como “una compañera inmejorable, siempre dispuesta a ayudar de una manera incondicional y entregada totalmente”. Aunque se merezca mucho más, el gesto lleno de significado de este premio fue para ella. “Lo que me ha dado mi trabajo es mucho amor. No puedo definirlo... Lo hago tan a gusto… Para mí, es mi escuela y son mis niños”, subrayó.

Otro nombre propio de la gala fue el de Koldo Zubimendi, como lo fue también en los últimos DEIA Laboral Kutxa Hemendik Sariak. El alpinista, de estilo puro, defensor de lo tradicional y no de lo mediático, hizo historia el pasado julio al ascender en solitario el pico virgen del Kharut 2 (6.703 metros), en el Karakórum. En sus palabras, enfatizó lo que le aporta “conocer otros países, otras personas y otras culturas”. Por eso, defendió que “los jóvenes, especialmente” deben saber lo importante que es “respetar las otras culturas que hay en el mundo”. Es decir, un mantra muy acorde con lo que desean transmitir estas distinciones.

Otras tradiciones, otros rasgos, otro pasado y otro presente, aunque no tan lejanos de Euskadi como a los que aludía Koldo Zubimendi están en el latido del Hogar extremeño de Astrabudua. “La mayoría somos hijos de extremeños y desde pequeños hemos crecido con esa cultura que hemos querido trasladar a Erandio y la verdad es que no ha sido nada complicado por la acogida que siempre hemos tenido”, comentaron Julio y Beatriz, en nombre de este centro que empezó a escribir su historia en 1980. “Es una entidad que se involucra en el pueblo, y que aporta mucho a la vida del barrio”, destacó Oliban. De raíces euskaldunes y profundamente locales es el espectáculo Erandio, que compuso, con atrevimiento, dedicación y belleza Goi-alde Dantza Taldea. Y también, con “unas grandes dosis de tolerancia y paciencia”, como ironizó Mentxu Larrea, una de las almas de la agrupación. Fue un repaso a la historia del municipio hecho melodía, palabras, baile y canción. Una actuación memorable que resplandeció el pasado octubre en Goikoa y que quedará grabado en la trayectoria de Goi-alde, que arrancó en 1965.

Muy larga también es la andadura del AMPA La amistad del IES Astrabudua, ya que cumple 45 años. “Hemos hecho mucho hincapié en la accesibilidad y hemos logrado que todos los patios lo sean. También nos hemos esforzado por la formación en idiomas para que el alumnado los vea de forma atractiva y no como una asignatura más”, explicó Marta Lobo. Y mucha más tarea está tras esta asociación: organizar obras de teatro, subvencionar actividades educativas, excursiones...