Las calles, vías y rincones de Barakaldo han de estar lo más limpias posible y, para ello, es básica la colaboración de la ciudadanía fabril. En este sentido, el Consistorio fabril dará próximamente un nuevo paso adelante por mantener sus calles limpias e impondrá una serie de sanciones a aquellas personas que deliberadamente ensucien las calles barakaldarras. Dichas multas llegarán a ser de hasta 3.000 euros en función de la gravedad de los hechos. “Depositar en su sitio los residuos para conseguir una ciudad más limpia, accesible y saludable. No hacerlo, conlleva multas”, explicó David Arribas, edil de Servicios Municipales para los Barrios del Ayuntamiento de Barakaldo.

Así las cosas, se impondrán sanciones de hasta 750 euros a quienes depositen en la calle residuos como colillas, peladuras y realicen acciones como orinar en la vía pública y no recoger los excrementos de los perros entre otros. Por otra parte, se sancionará con entre 750 y 1.500 euros a quienes abandonen muebles y enseres en la vía pública, arrojen residuos desde balcones y ventanas y abandonen animales muertos en plena calle. Por último, las multas más cuantiosas, de entre 1.500 y 3.000 euros para quienes, por ejemplo, derramen sobre la vía pública cualquier tipo de residuo industrial líquido o sólido, entreguen residuos a personas no autorizadas o nieguen información sobre residuos potencialmente peligrosos y tóxicos. “Institución y ciudadanía debemos trabajar de la mano en este reto que tenemos por delante, que no es otro que mantener nuestra ciudad igual de limpia que tenemos nuestra casa”, declaró Arribas.

Pero antes de pasar a la acción imponiendo sanciones a quienes manchen la vía pública de forma deliberada, el Ayuntamiento de Barakaldo buscará concienciar a la ciudadanía de que las calles del municipio han de mantenerse limpias. Para ello, el Consistorio barakaldarra pondrá en marcha la campaña La Calle No Es Un Basurero, una iniciativa que se podrá ver en medios de transporte público entre otros soportes. “Creo que todos y todas las vecinas estamos de acuerdo en que Barakaldo y sus calles no son un basurero. Si no nos gusta ver las calles sucias, debemos cuidarlas nosotras y nosotros mismos, colaborando así con las medidas que pone en marcha el Ayuntamiento a través del contrato de limpieza viaria y recogida de residuos”, concluyó Arribas.