"No vamos a admitir un sistema público de salud que no sea gratuito. Empiecen a trabajar, porque la salud de todos está en juego". Así de contundentes han reclamado hoy en Gernika casi 300 escolares vizcainos su derecho a la salud, en especial la mental, en un pleno txiki celebrado con motivo del aniversario de la Carta de los Derechos del Niño. En la declaración que han firmado, los menores, en representación de todo el colectivo del territorio, han pedido más psicólogos en los centros escolares, así como estar más protegidos frente a la ludopatía y la pornografía.

Como suele ser habitual cada 20 de noviembre, Día Universal de los Derechos de la Infancia, la Casa de Juntas de Gernika ha abierto sus puertas para que sean ellos, los menores de Bizkaia, los que se sienten en los escaños que normalmente ocupan los 51 representantes forales. Lo han hecho para exponer sus reflexiones acerca del derecho a la salud, que han trabajado en las aulas durante las últimas semanas, y también para plantear sus peticiones. La sesión ha estado encabezada por la presidenta de las Juntas Generales, Ana Otadui, así como por el presidente de Unicef Euskadi, Isidro Elezgarai, y ha contado con la presencia de apoderados de los distintos partidos políticos con representación en el hemiciclo.

Este año, han acudido a la histórica sede los alumnos de 2º y 3º de la ESO de San Pelayo Ikastetxea de Ermua, el Instituto Mungia, Askartza Claret de Leioa, el Instituto Barrutialde de Arratzu, Nuestra Señora del Carmen de Portugalete, Ikasbide Ikastetxea de Bilbao, el instituto Balmaseda, San Félix Ikastola de Ortuella, San Antonio Ikastetxea de Durango y Antzinako Andra Mari de Orduña.

Los escolares han reclamado su derecho a que sus preocupaciones sean escuchadas, "como partícipes activos de la sociedad" - "no dejen de lado a los jóvenes y adolescentes, porque somos el presente y el futuro"-, para reivindicar una salud que tenga en cuenta el bienestar físico pero también el emocional. "Si bien es cierto que durante año, al hablar de salud, nos aferrábamos a un concepto clínico ligados a los aspectos clínicos, la crisis climática o la pandemia nos ha enseñado que no podemos cerrarnos a un concepto tan reducido", han subrayado.

"Esto también es salud"

Ansiedad, depresión, insomnio, estrés... "Esto también es salud", ha incidido los representantes de la infancia, "como también lo es la contaminación acústica o térmica, la polución que envuelve las ciudades o la publicidad que nos incita a consumir alimentos no saludables". ¿Está dando nuestro sistema de salud un servicio de calidad? ¿Está preparado para dar asistencia a todas las personas que necesitan o demandan un acompañamiento de salud mental? ¿Son nuestros municipios lugares en los que estar libre de estrés, contaminación y que favorecen un estado mental óptimo? ¿Son los medios de comunicación responsables a la hora de emitir anuncios que fomentan hábitos de vida no saludables? Son algunas de las cuestiones sobre las que han reflexionado y, admiten, algunas de las conclusiones a las que han llegado no les han gustado mucho.

Su lista de peticiones a políticos y administraciones públicas es larga, aunque lógica teniendo en cuenta sus preocupaciones; miran para ellos, pero también para los millones de niños que viven en todo el mundo. "Tenemos derecho a vivir de una forma saludable, por lo que pedimos una sanidad universal tanto dentro como fuera de nuestras fronteras, reduciendo las tasas de mortalidad infantil", han reclamado.

¿Cómo? En primer lugar, restringiendo la publicidad de los alimentos perjudiciales, pero también también impulsando aquella que promueva comportamientos más saludables. "Exigimos estar protegidos frente a la ludopatía, no permitiendo anuncios de apuestas o salones de juegos en los lugares que frecuentemos", han pedido, así como de la industria pornográfica, "implantando programas de educación afectivo-sexual". Además, quieren más psicólogos en los centros escolares e institutos, dentro de un sistema de salud "integral y público, que asegure una atención de calidad con más personal, menos listas de espera y un enfoque prioritario en la salud mental de toda la infancia y juventud".