POR desgracia, para no pocos niños y niñas el hecho de ir al colegio es una experiencia desagradable. Acercarse a su entorno académico es sinónimo de tener que soportar insultos, imitaciones en tono humillante, motes malintencionados e, incluso, agresiones físicas.

El bullying es una lacra ante la que toda la sociedad, empezando por la comunidad educativa ha de decir basta y ponerla freno. El barakaldarra Eder Agirre, a sus 18 años, sabe muy bien lo que es pasarlo mal en su entorno escolar y, basándose en su experiencia, ideó el cortometraje Soledad, una obra que, en tan solo tres minutos, muestra la lacra del bullying y hace un guiño al espectador para sumarse a la lucha contra esta dura realidad que, aún hoy, padecen decenas de escolares.

“Me gustaría decirles a todos esos alumnos y alumnas que ahora mismo están viviendo esas situaciones que, aunque se sientan solos en este momento, la situación siempre acaba mejorando. Yo lo pasé mal durante seis o siete años y creo que es clave cambiar de entorno; si las cosas no van bien en el centro educativo, hay que cambiar”, señaló este joven que, actualmente, disfruta de un entorno escolar agradable en Bituritxa.

Eder ya había realizado con anterioridad algún otro cortometraje, así que optó por esta forma de expresión para contar su historia, para poner imagen al bullying y, así, expresar, por un lado, que hay salida de esta situación a quienes la padecen y, por el otro, decir a la sociedad que no se puede mirar para otro lado cuando suceden este tipo de episodios. “Había pensado otras cosas, había descartado otras ideas y creí que debía hacer un cortometraje en base a la experiencia propia que había vivido”, indicó este joven que desea estudiar diseño gráfico y animación.

Lo cierto es que en esta obra que dura poco más de tres minutos y que ha sido grabado con el teléfono móvil, Eder deja frases muy potentes que remueven conciencias y que, también significan un hilo de esperanza para quienes sufren bullying. “Nadie se encierra en sí mismo por gusto, pero como siempre, para el mundo lo fácil es llamarnos bichos raros”, señala al inicio del cortometraje, el joven barakaldarra, quien ha rodado la obra en varios puntos de la localidad fabril como, por ejemplo, el entorno de la ría o el propio centro Bituritxa. En la creación de este cortometraje ha contado con la colaboración de su madre, algunos compañeros de clase y profesores de Bituritxa. La cinta acaba con un mensaje directo a la sociedad, ya que invita directamente a trabajar por cambiar el triste final de aquellos jóvenes que deciden por acabar con su vida a causa del acoso. “Muchos soldados, demasiados, nunca vuelven a casa. ¿Me ayudas a cambiar este final?”, concluye la cinta. Esa forma de narrar la historia cautivó al jurado del festival Cine Invisible. “Eder lo ha hecho muy bien, ha sabido acabar muy bien la obra y , precisamente, por ese buen final se eligió como ganador su cortometraje”, explicó Juan Carlos Vázquez, director del festival Cine Invisible.

REFERENTE

Gracias a su valentía por dar el paso de contar su experiencia en Soledad, Eder Agirre se ha convertido en todo un referente para quienes sufren bullying y, también en la localidad fabril. “Eskerrik asko por ser tan valiente de dar un paso adelante, contar tu historia y mostrarnos una realidad que existe y no siempre sabemos o queremos ver. Es algo que trasciende la pantalla y remueve conciencias. Eder estamos muy orgullosos y orgullosas de que en Barakaldo tengamos a gente como tú. Te has convertido en todo un referente para las personas que hayan pasando, estén pasando o pasen algo parecido a lo que tú has vivido”, señaló Amaia del Campo, alcaldesa de Barakaldo.

La institución local fabril recibió con honores a Eder, ya que el recibimiento tuvo lugar en el salón de protocolo del Ayuntamiento.