El tejido empresarial de la madera es un motor de empleo y una pieza fundamental en la vida cotidiana. Esta industria genera empleo en una amplia variedad de sectores, desde la silvicultura hasta la fabricación de productos de madera, proporcionando trabajo a miles de personas a nivel local y global. La importancia de la madera en el día a día es innegable. La madera está presente en nuestros hogares en forma de muebles, suelos y estructuras, así como en productos como papel, envases y embalajes. Incluso se está llegando a construir con madera. Y es que este elemento de la naturaleza desempeña un papel crucial en nuestra vida cotidiana.

Su versatilidad es un punto clave. Es un recurso renovable, biodegradable y reciclable, lo que la convierte en una elección ecológica. Además, la madera es conocida por su capacidad para capturar y almacenar carbono, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático. Su uso en la construcción se ha vuelto cada vez más popular, especialmente con el surgimiento de materiales como la madera laminada cruzada (CLT), que se utiliza en edificios sostenibles y eficientes en términos de energía.

Generación de empleo

La apuesta por la industria maderera en Euskadi no solo se traduce en un impulso a la riqueza económica, sino también en la generación de empleo. Según la Asociación de la Madera de Euskadi – Euskadiko Egurraren Elkartea (BaskEgur), los ingresos estimados a las Administraciones Públicas como consecuencia del desarrollo de esta actividad suponen más de 309 millones de euros. Los impactos sobre empleo son también importantes, 13.000 puestos de trabajo directos y otros 7.000 inducidos. Lo que representa algo más del 2% del empleo de la CAV.

El tejido empresarial en este sector está caracterizado por la presencia de pequeñas empresas, ya que casi el 95% de las compañías en Euskadi cuentan con menos de 20 empleados, mientras que un 4,8% se clasifica como empresas de tamaño mediano. Para muchos baserritarras, la silvicultura representa una fuente de ingresos adicional que complementa sus actividades tradicionales.

El uso de madera producida en Euskadi no solo conlleva beneficios económicos, sino también reduce de manera sustancial los costos medioambientales asociados al transporte de larga distancia de este recurso, lo cual afecta a toda la cadena de suministro hasta llegar al consumidor final. Es importante destacar que el País Vasco dispone de recursos naturales limitados, y la singularidad de ser el único territorio en Europa donde se cultiva el pino radiata agrega un valor único a esta actividad.

Seis datos clave de la silvicultura en Euskadi

·        La silvicultura en Euskadi: El bosque vasco, compuesto principalmente de hayas y pinos, abarca aproximadamente el 55% de la superficie de Euskadi. La silvicultura se ha convertido en una fuente de ingresos para muchos baserritarras que tradicionalmente se dedicaban a la agricultura y la ganadería.

·        Realidades ocultas: Los bosques vascos no solo son un entorno natural lleno de belleza, sino que también desempeñan un papel importante en la absorción de carbono y la conservación de la biodiversidad. Además, la silvicultura sostenible contribuye a reducir el riesgo de incendios forestales, un problema que va en aumento. La gestión forestal adecuada también asegura la disponibilidad de madera de alta calidad para usos industriales y de construcción (por ejemplo, para edificar viviendas).

·        Consumo de madera: La madera es un recurso valioso que los baserritarras han sabido aprovechar durante generaciones. En la construcción tradicional vasca, la madera de roble y pino se ha utilizado para crear estructuras resistentes y duraderas. Además, la madera se utiliza en la fabricación de mobiliario, embalajes y productos artesanales.

·        Desafíos y tópicos: Sin embargo, la silvicultura vasca enfrenta desafíos, como la presión del desarrollo urbanístico y la amenaza de plagas y enfermedades forestales. También existe la percepción de que la explotación forestal es perjudicial para el medio ambiente, pero la gestión sostenible es fundamental para equilibrar la conservación con el uso de la madera.

·        Silvicultura sostenible: La silvicultura sostenible es una prioridad en Euskadi. A través de la certificación forestal, se promueve la gestión responsable de los bosques, garantizando la renovación de los recursos madereros y la protección del entorno natural. Esta práctica contribuye a la conservación de la biodiversidad y al equilibrio ecológico.

·        Innovación y futuro: La silvicultura no es estática. En Euskadi, se están realizando esfuerzos para innovar en la gestión forestal. Se están explorando tecnologías avanzadas como la teledetección y sistemas de información geográfica para monitorear y gestionar los bosques de manera más eficiente.