Hace 60 años que Pedro Aurtenetxe fundó Aurman, agencia de publicidad pionera en Euskadi, que lleva más de medio siglo afincada en la capital vizcaina. En 2016 Ana Aurtenetxe, de la segunda generación familiar, recogió el testigo de la empresa con nuevos enfoques y nuevos retos, pero manteniendo siempre su carácter 100% local e independiente.

Antes de nada no puedo más que felicitar a Aurman por sus sesenta años de andadura.

Muchas gracias.

Usted lleva treinta años en la empresa, siete como directora. Empezó trabajando con su padre, el fundador de Aurman. ¿Cómo recuerda esos tiempos?

Con mi aita, Pedro Aurtenetxe, compartí 25 años en Aurman, desayunando todos los días juntos. Así se convierte, además de en mi padre, en mi jefe, mi compañero y mi amigo, y esto conlleva momentos duros y, desde luego, momentos absolutamente geniales. Es la persona más ocurrente y rápida que he conocido. Un hombre que siempre ha querido hacer país, desde el punto de vista de que Euskadi tenía que pensar en grande para su avance económico y social. Siempre decía que a Euskadi la tenía que conocer el mundo entero. Ya teníamos al Athletic, pero quedaba el resto.

Y es que, efectivamente, no hace falta irse a Madrid o a Barcelona; aquí, en casa, se puede hacer muy buena publicidad.

Totalmente. Efectivamente el sector privado en Euskadi, los grandes clientes, por el hecho de haberse convertido en multinacionales, parece que tienen que ir a zonas como Madrid, que Euskadi se les queda pequeño, pero quiero recordarles que pueden contar con las agencias de publicidad de aquí, donde la creatividad está a flor de piel y hay un talento increíble. Llevamos campañas internaciones desde hace muchos años, como la Bienal, que supone una gran oportunidad para demostrar al mundo el potencial industrial y tecnológico de Euskadi. Y tantas otras…

Habla de que hay talento. ¿Cómo vienen las nuevas generaciones?

Nosotros apostamos por la colaboración tanto con universidades como con cámaras de comercio. El mundo audiovisual no te voy a decir que esté de moda, pero hay mucha gente que se interesa en el marketing, a cuenta de las redes sociales o los influencers, lo que pasa es que es verdad que el mundo de la publicidad va mucho más allá de las redes. Todos los jóvenes que vienen a Aurman a hacer prácticas tienen muchísimo interés por aprender. No fue hasta el año 2020, cuando inventamos un nuevo concepto Open Agency, que empezamos a contar con becarios. Ellos aprenden, pero nosotros muchas veces aprendemos también de ellos porque nos muestran hacia dónde tenemos que adaptarnos.

El año 2020, por lo tanto, supuso un momento de inflexión.

Así es, la pandemia supuso un punto de inflexión que nos ha llevado a vivir en continua transformación. La digitalización, la globalización de marcas y las nuevas necesidades publicitarias de los clientes nos han hecho apostar por estrategias más colaborativas y de cocreación que nos permiten dar un servicio global y ofrecer propuestas innovadoras.

En su sector todo cambio supone una revolución. ¿Cómo ha afectado la irrupción de las nuevas tecnologías?

La creatividad ha sido y es parte troncal de Aurman, pero ahora se busca dar un valor añadido a la creatividad incorporando las nuevas tecnologías, apostando por el metaverso y la inteligencia artificial, pero siempre procurando tener un impacto positivo y con un componente humano que nos permita transmitir nuestros valores como medio de lograr una sociedad más justa y respetuosa con nuestro entorno.

¿Cómo ven el futuro de la publicidad en Euskadi?

Vemos un futuro muy prometedor, pero desde luego tiene que venir con esfuerzo y actualizándonos constantemente, porque lo que hoy es innovación mañana no lo es. Tenemos que seguir con esa velocidad de vértigo, que es casi que lo que haces hoy mañana está desactualizado.