La llegada de una masa de aire atlántica, más húmeda y fresca continuará dejando cielos más nubosos, más precipitaciones y temperaturas más adecuadas para el otoño, después del episodio de altas temperaturas en los primeros días de octubre, según informó ayer la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet).
El tiempo más propio de la estación en la que nos encontramos permitirá a la naturaleza cumplir sus ciclos y ordenará algunos de los contratiempos más propios del cambio climático que han llevado a generar algunos trastornos convivenciales que sin adquirir el rango de gravedad, al menos sí han resultado molestos.
Hace apenas una semana cuando los termómetros alcanzaban los 38 grados en Bilbao y Bizkaia se resistía contra todo pronóstico a teñirse de amarillo otoñal la población se hacía eco de algunas de las variables a tener en cuenta asociadas a un clima propio de otras comunidades.
Aparecieron los chinches en muchas comunidades de vecinos para preocupación de la población e incluso fue necesario precintar una parte del parque de Doña Casilda por la presencia de abejas mineras. Era cuestión de tiempo, así lo dijeron los expertos así que aunque a muchos les pese volver a coger el paraguas o la gabardina ello también regulara nuestro hábitat. Con el descenso de grados desaparecerán.
No todos porque también es cierto que las olas de calor y las tormentas repentinas no serán a partir de ahora un fenómeno aislado en el País Vasco. Como tampoco lo será la presencia de mosquitos y otras plagas asociadas al calor.
Pero, ayer ya se registraron precipitaciones moderadas en la zona de Cantabria y aunque las tormentas no se prodigaron por igual en todo el territorio las brumas y nieblas dispersas en el norte, durante la segunda mitad de la jornada, las lluvia de carácter débil en algunas zonas del interior dieron la bienvenida al otoño y con ello el paso al descenso de las temperaturas y el cambio de color en los paisajes.
Durante las próximas semanas parece que el clima dará una tregua a la Euskadi tropical para volver al sirimiri.
