Con una familiaridad que deja entrever el tamaño del centro penitenciario –solo cuentan con 150 reclusos en régimen cerrado–, la directora Vicenta Alonso muestra algunas de las instalaciones mientras confiesa que llevaba mucho tiempo queriendo llevar a cabo este programa de Masculinidades. “Hay algún centro del Estado que lleva alguna iniciativa similar por parte de Proyecto Hombre, pero nuestra propuesta es mucho más integral y potente”, asevera la máxima responsable de la prisión sobre esta iniciativa que, según expone, cuenta con un enfoque resocializador, reparador, transformador y preventivo.

Alonso indica que, a través del programa, se trabajarán aspectos de la masculinidad que están relacionados con la comisión de la actividad delictiva. “Queremos que cuando estas personas salgan a la calle tengan una vida ajustada social y personalmente”, expone sobre el enfoque resocializador de la iniciativa que no quiere que los reclusos se queden atrás mientras la sociedad avanza.

En cuanto al enfoque restaurativo de la formación, la directora del centro asevera que parte de una voluntad de reconocer a las principales víctimas “de esta desigualdad, de este sistema y de esta estructura social de opresión”. Es decir, se trata de reconocer el daño perpetrado a las mujeres para, así, fomentar la reparación. “Pueden parecer gestos muy nimios, pero es importante que un hombre, en un grupo de WhatsApp, se pronuncie y diga: No, este vídeo que estás mandando no es normal. ¿Esto qué es? A mí no me gusta, no estoy de acuerdo con esto porque veo a una mujer sufriendo. Ese gesto, esa conducta activa de ese hombre, reconoce y repara a las víctimas”, ejemplifica Vicenta Alonso, que participará activamente en la formación.

La voluntad de transformación parte de la idea de que el trabajo que se está realizando desde el feminismo con los hombres es un reto. “También hay que hablar del concepto de la masculinidad que tenemos nosotras. Queremos cambiar elementos identitarios”, expone la directora del Centro Penitenciario de Bizkaia que asevera que pretenden trabajar en cómo se relacionan los hombres consigo mismos, entre sí y con las mujeres. A partir de ahí llegará la reflexión conjunta. “No partimos desde la verdad absoluta ni desde los dogmas. Junto con ellos, que también tienen un trabajo hecho, se va a hacer un ejercicio de mirarse hacia dentro y ver cómo se han construido como hombres”, evidencia Alonso antes de afirmar que, además, pretenden prevenir la violencia de género.

Posteriormente se realizará una evaluación externa con la Universidad de Deusto. “Queremos dotar a nuestras intervenciones de rigor científico, por eso el respaldo académico es importante. La idea es que el programa tenga impacto no solo en los participantes, sino también en el resto de los internos”, expone Vicenta Alonso, quien se puso al frente de la prisión ubicada en Basauri poco antes de que las competencias de penitenciarias pasaran a manos del Gobierno vasco.

Aunque solo han pasado dos años desde este traspaso, la actuación del departamento dirigido por la consejera Nerea Melgosa ya se percibe. Esta semana, precisamente, se ha celebrado el I Nelson Mandela Eguna, con un acto para recordar a los funcionarios asesinados por ETA en Donostia.