Los museos y los enclaves culturales gestionados por la Diputación Foral de Bizkaia cierran uno de los mejores veranos de su historia. Hasta 27.371 visitantes –un 8% más que en el ejercicio anterior– han atestado las almenas del Castillo de Muñatones, los árboles pintados del Bosque de Oma o las galerías del Arkeologi Museoa, entre otros muchos más espacios.

De hecho, este último es, junto al Euskal Herri Museoa, el que mayor índice de visitas ha registrado en este periodo. Mientras que el segundo ha aumentado su afluencia en un 17% respecto al año 2022, el Arkeologi Museoa ha recibido a más visitantes que nunca (3.802) desde su apertura en el año 2019.

Tanto en estas como en el resto de las pinacotecas y enclaves que diligencia la Diputación se han llevado a cabo más de 400 actividades durante los dos meses del verano. Talleres, espectáculos, encuentros y visitas guiadas han completado una oferta cultural museística que, a juicio del Gobierno vizcaino, es “atractiva, variada y de calidad por la que cada vez optan más personas”. A tenor de los datos, todas ellas han sido muy bien recibidas. Eso sí, las que se han llevado a cabo intramuros, en el Castillo de Muñatones, y en la Ferrería del Pobal han sido las que más éxito han cosechado.

En lo que respecta a los lugares de interés, la Diputación destaca la “gran acogida” que ha recibido la última edición de visitas guiadas al proceso creativo del Bosque de Oma. El programa, que ya ha finalizado, ha posibilitado a las 1.197 personas inscritas contemplar el proceso de rehabilitación de la arboleda, que volverá a ser abierta al público general el próximo otoño.

En el mismo orden de ideas, los forales también creen oportuno subrayar que las visitas a la Cueva de Santimamiñe –cuyas sinuosas galerías albergan uno de los enclaves arqueológicos más importantes del territorio– se han incrementado en un 25% durante el estío.

Así las cosas, para la Diputación el índice de asistencia a los museos y enclaves cosechados durante el verano pone de relieve “su carácter singular”. “Permiten conocer y descubrir el patrimonio de Bizkaia de una manera cercana, casi exclusiva, formada por grupos pequeños que ofrecen una calidad muy elevada de visita”, destaca el máximo órgano de gobierno del Territorio Histórico. Añade que tanto las galerías como los enclaves, sin obviar las rutas de itinerarios históricos, destacan “por la calidad, y la dedicación a la hora de mostrar la historia, las costumbres, la lengua y la identidad del patrimonio desde diferentes y muy ricas perspectivas”.

En otro orden de ideas, y a pesar de no haber facilitado datos exactos sobre su origen, el Departamento de Turismo de la Diputación Foral afirma que la inmensa mayoría de los visitantes a los museos y enclaves de interés del Territorio son vascos, aunque un porcentaje reseñable procede de diferentes ciudades del Estado, así como del Extranjero. Concretamente, de Francia, Italia y Alemania, en lo respecta a los países europeos; de Asia, África y Oceanía, sin concretar países, y del conjunto del continente americano.

Un otoño caliente

La programación de los museos forales continúa ofreciendo diferentes alternativas de ocio. Arrantzaleen Museoa, por ejemplo, ofrece un amplio abanico de actividades para celebrar su 75 aniversario hasta finales de año. El Museo del Txakoli, por su parte, brinda la oportunidad de conocer los trabajos de varios pintores de Bakio en el marco de la exposición Bakioko Margozaleak y el Euskal Herri Museoa de Gernika recuerda la posibilidad de visitar la exposición permanente de carácter temático Euskal Kultura, así como la de Paseando entre mujeres. Ofrece, además, actividades familiares o de carácter lúdico y escolar.

En Bilbao, el Arkeologi Museoa comisiona la exposición Megalitoak, una mirada al megalitismo en tierras vascas. Además, la Sala Rekalde acoge la Muestra Itinerante de Artes Visuales Ertibil Bizkaia, donde se pueden visitar los trabajos de una veintena de artistas emergentes que han desarrollado su proyecto creativo en Bizkaia. Por otro lado, La Ferrería de El Pobal destaca la exposición Los barcos grabados en la iglesia de San Julián de Muskiz y la salida a Pobeña.

La Encartada fabrika-museoa de Balmaseda organiza visitas guiadas e inaugura la exposición temporal Materia, oficio y alma, en colaboración con la Asociación para la creación textil, ACT. Por último, en la Sala Ondare continúa la exposición del pintor y escultor bilbaino José Manuel Rozas.