La Diputación Foral de Bizkaia invertirá los próximos meses casi 900.000 euros en la sustitución de viejas biondas o quitamiedos con que cuentan con sus postes de apoyo al aire por nuevas protecciones que los cubrirán y permitirán que los efectos de las colisiones con motoristas como protagonistas sean más leves.

Con esta intervención, el departamento foral de Infraestructuras y Desarrollo Territorial culminará un plan de renovación de estos guardarrailes que se inició allá por 2006 y que ha desarrollando con actuaciones casi todos los años hasta completar la red viaria prevista, un total de 135 kilómetros tanto de carreteras preferentes como secundarias que discurren por todo el territorio. Cuando se presentó el plan se especificó como se iban a destinar cada ejercicio un mínimo de 500.000 euros anuales para acometer la renovación de las barreras de manera paulatina. De todas formas en los últimos años, las aportaciones económicas han sido superiores a esa cantidad de forma que cuando se culmine el calendario previsto se superen con creces los diez millones de euros de inversión.

El plan ha ido desarrollando las actuaciones en función de diferentes factores dejando para el final aquellas carreteras secundarias con menor tráfico en general pero que en algunas ocasiones son más utilizadas por los motoristas en sus salidas de fin de semana, precisamente por la escasez de turismos. La actuación foral de modernización de estos guardarraíles viene obligada por ley. Los kilómetros de carreteras donde se va a intervenir son los últimos que mantienen aún la barrera metálica en la margen derecha de la vía e incumplen la normativa vigente en relación al empleo de sistemas para protección de motociclistas.

En todas aquellos viales y autovías de nueva construcción ya se ha implementado desde un principio el sistema completo que instala una barrera inferior de protección de motoristas y otra superior de contención para los turismos.

El último paquete de modernización de estos guardarraíles se va a desarrollar en tres carreteras del área II de la red viaria foral y doce más del área III. Las primeras se ubican en la zona del Duranguesado y en la carretera BI-3542 que conecta con Otxandio. La docena restante se ubican principalmente en la comarca de Enkarterri y Meatzaldea. La actualización de los quitamiedos ha salido a concurso público por casi 900.000 euros, IVA incluido, y un periodo de trabajos que se desarrollará en siete meses una vez se adjudiquen los trabajos el próximo otoño. De esta manera concluirá el próximo año el calendario que ha ido desarrollando la Diputación para contar con unas carreteras más seguras para los motociclistas.

Los accidentes de los usuarios de las dos ruedas con motor se concentran en aquellos tramos donde se combinan fuertes deceleraciones con maniobras bruscas sobre la trayectoria del vehículo, siendo las curvas cerradas las zonas de más riesgo.

En estas condiciones aumentan las probabilidades de que el conductor pierda el control, caiga del vehículo y se deslice por la calzada.

Caída con deslizamiento

Si la caída se produce en zonas donde existe barrera metálica sin protección específica inferior, el deslizamiento sobre el asfalto puede acabar en el choque contra los pequeños postes que sirven de soporte de la barrera al terreno y que tienen perfiles verticales muy cortantes. Unos impactos que ocasionan grandes daños al accidentado como el seccionamiento de un brazo o una pierna en función de la velocidad a la que se produce la perdida de verticalidad de la moto y las características y disposición de los peligrosos perfiles de anclaje al terreno.

Por que las biondas que poblaban hasta ahora las carreteras vizcainas no estaban diseñadas pensando en los motoristas sino para evitar que los turismos y camiones de escaso tonelaje se salieran de la carretera en los puntos de más riesgo.

Estos guardarraíles están compuestos por unos elementos horizontales de chapa dispuestos a unos setenta centímetros del suelo, en una o dos filas de barreras que se disponen ancladas sobre los mencionados postes verticales.

La fórmula que utiliza la Diputación Foral para aumentar la protección de los motoristas pasa por colocar complementariamente en las barreras preexistentes una protección plana a lo largo de toda la estructura que evita que los motoristas choquen contra los postes verticales.

El apunte: las carreteras a intervenir.

BI-3341. Ureta a Gerediaga (por Garai).

BI-3447. Munitibar a Oleta.

BI-3542. Zubiazabal a Otxandio.

BI-3513. Orozko a Artea.

BI-3524. Ugao-Miraballes a Artea.

BI-3601. Cotarros a Las Muñecas.

BI-3614. Sopuerta a Traslaviña.

BI-3622. Ambasaguas Lanestosa.

BI-3631. Gueñes a Sopuerta.

BI-3632. Ugaran a El Arenao.

BI-3641. Padura a Maiorga.

BI-3651. Bilbao a Reinosa.

BI-3747. Trapaga a Urioste (por Galindo).

BI-3795. San Julián a Cobarón.

BI-4678. Rioseco a Santecilla.