¿Leyenda o realidad?. Piense si alguna vez ha visto un rayo verde o si algún conocido le ha hablado en alguna ocasión de este fenómeno, porque existir, existe. Eso si, es muy complicado verlo y captarlo, ya que su duración es de entre uno y dos segundos. Si quiere verlo deberá buscar un horizonte, sobre todo se ha fotografiado en horizontes marinos.

Cabe destacar que, a pesar de su nombre, no se trata propiamente de un rayo, es un destello, una luz, un efecto óptico. Hay que hacer hincapié en que es muy complicado de ver. En este sentido, se deben dar varias condiciones para poder observarlo, como que la atmósfera esté despejada, es decir, que el día sea claro. Además el aire debe estar en calma. Para verlo -si se dan varias circunstancias y con mucha suerte- lo mejor es colocarse frente a un horizonte marino, tanto cuando el sol está a punto de desaparecer como en el momento justo de cuando comienza a emerger.

Varias imágenes en las que se captó el destello verde en una puesta de sol.

Cuando el sol está muy cerca del horizonte, a punto de desaparecer a la vista, como si se lo tragara el océano, es cuando puede producirse este fenómeno con mayor facilidad, justo cuando el último rayo de sol es aún visible. El rayo verde se genera como consecuencia de algunos fenómenos físicos y sobre todo influye la refracción de la luz al atravesar la atmósfera. Normalmente aparecen otros colores como el rojo o anaranjado, pero hay ocasiones en los que una luz verde, un destello es visible muy brevemente.

Se trata de un fenómeno muy complicado de observar, por eso es tan ansiado por quienes cazan puestas de sol espectaculares con sus cámaras. Este fenómeno está rodeado de leyendas y creencias, la mayoría de ellas relacionadas con el amor. No en vano, Julio Verne escribió en 1882 la novela El rayo verde, que gira en torno a una antigua leyenda romántica. También se hizo una película (Éric Rohmer) en la que este fenómeno aparece como una especie de hilo conductor. Y es que entre otras leyendas, sobre el rayo verde se ha creído que, si dos personas lo observaban a la vez estarían enamoradas para siempre.