En el mercado medieval los vecinos de Balmaseda suelen acercarse al puesto donde trabaja Javier Díaz Pintor para intentar adivinar a qué personaje de la villa va a tallar en madera. Se ha convertido en tradición que al terminar el fin de semana done la obra a la villa. En esta edición, el Ayuntamiento y la asociación Balmaseda 1937 le propusieron esculpir a Manolín Puente, víctima de la represión franquista durante la Guerra Civil. Durante un emotivo acto, se lo entregaron a la familia a modo de homenaje.

El Ayuntamiento ha querido “reconocer y reivindicar la memoria de un militante socialista represaliado, torturado y fusilado”. Manuel Puente se integró en el Partido Socialista “desde muy joven”. “En 1934 tomó parte en la revolución de octubre”, lo que le valió la entrada en prisión. Al estallar la Guerra Civil “integró la Junta Local de Defensa y posteriormente fue nombrado Comandante Intendente del Batallón Octubre”. “Pese a sus convicciones izquierdistas, se sabe que intervino en numerosas ocasiones para ayudar o proteger a gente de derechas y a las monjas Clarisas”, describe la recién creada página de Wikipedia sobre el conflicto y sus consecuencias en Balmaseda y Enkarterri.

Apresado en Santander y trasladado a la cárcel de Balmaseda, “fue paseado hasta la estación con la mandíbula rota y llevado a la prisión de Larrinaga, posteriormente le trasladaron al cementerio de Derio y allí fusilado y enterrado en una fosa común”. “Como castigo final”, las autoridades franquistas requisaron su taller de carpintería.

“Su familia, el Ayuntamiento y Balmaseda 1937 esperamos que este merecido homenaje sirva como reconocimiento a su figura y a todos aquellos y aquellas que en 1936 dejaron sus vidas defendiendo la libertad, la democracia y un mundo más justo”, desearon.