Reducir a la mitad el desperdicio mundial de alimentos es uno de los objetivos marcados en la Agenda 2030 por la ONU, que persigue garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles. En Euskadi, cabe recordar que cada año se desperdician 244.362 toneladas de comida, lo que supone una media de 111 kilos por persona y año, según un estudio elaborado por la viceconsejería de Agricultura, Pesca y Política Alimentaria del Gobierno vasco, a través de la Fundación Elika. Además, este desperdicio alimentario se produce en su mayor parte (57%) en los hogares.

En este sentido, como parte del compromiso del Ayuntamiento de Zamudio de trabajar para evitar el desperdicio alimentario, y dentro del proyecto europeo FoodRUs el cual se desarrolla una parte en la localidad, una decena de familias de Zamudio ha participado durante cuatro meses en un estudio que ha realizado un seguimiento del consumo de ensaladas, con el fin de cuantificar las pérdidas en los hogares, identificar las causas y poder ponerles solución.

En concreto, las diez familias voluntarias participantes han contabilizado mediante aplicaciones y diarios de consumo las lechugas que compran y las que desperdician durante el periodo establecido. Los datos del estudio, que se están analizando, serán una parte importante del trabajo que Zamudio está desarrollando dentro de este proyecto europeo en el que distintas entidades asociadas están colaborando para promover una producción y consumo responsables de alimentos en la Unión Europea.

Sobre esta línea, el proyecto europeo FoodRUs tiene como objetivo la creación de sistemas alimentarios locales en el continente europeo que sean capaces de adaptarse a la demanda, pero previniendo las pérdidas de alimentos y el despilfarro. Para ello, desde noviembre de 2020 y hasta abril de 2024, se están estudiando los casos concretos de las carnes y pescados (en Dinamarca), del pan (en Eslovaquia) y de las ensaladas preparadas (piloto en el que está colaborando Zamudio), con el fin de poder extraer conclusiones conjuntas y poder extrapolar soluciones.

En el caso de Zamudio, se está trabajando para disminuir el desperdicio y las pérdidas de alimentos, aumentar la eficiencia de las cosechas, mejorar la trazabilidad de los productos y de las cadenas de frío, apoyar la digitalización de la cadena de valor, y mejorar la recogida selectiva de residuos.

Para ello, en la localidad de Txorierri se han llevado a cabo distintas iniciativas como, por ejemplo, un taller de cocina de reaprovechamiento que se llevó a cabo en el marco de la feria agrícola, artesana y del dulce y el chocolate, y en el que se impartieron consejos, trucos y una demostración en directo de recetas. Un taller en el que se enseñó a reutilizar restos de carne cocinados, aderezándolos con especias, para convertirlos en un kebab, y también a elaborar humus de garbanzos. Además, se están realizando caracterizaciones de los residuos del municipio, con pesajes de los contenedores de las distintas fracciones para analizar y poder mejorar las soluciones implantadas para la prevención del desperdicio y la recogida selectiva de residuos, tanto en los hogares, como el sector hostelero y el industrial.

En Breve

Estudio. Diez familias de Zamudio han participado durante cuatro meses en un estudio que ha analizado su consumo de ensaladas para cuantificar las pérdidas alimentarias en los hogares, identificar las causas y ponerles solución.

Proyecto europeo. La iniciativa se enmarca dentro del proyecto europeo FoodRUs, en el que Zamudio está participando junto a Dinamarca y Eslovaquia.