La Diputación de Bizkaia proyecta construir una gran rotonda en el alto de Barazar, que permita reducir los accidentes que se producen actualmente por los giros directos a izquierdas que hay que realizar actualmente en el vial. Las obras, que acaban de salir a información pública, supondrán una inversión de 1,5 millones de euros.
A principios de la década de 1990 se rectificó el trazado del último tramo de ascensor al puerto de Barazar, la N-240, pero dichas obras no incluyeron el alto en sí mismo, donde actualmente se sitúan dos estaciones de servicio, una en cada margen, y un restaurante, en el lado derecho en sentido Bilbao. Hay, además, una parada de autobús y un depósito de sal.
La carretera se cruza en lo alto del puerto con dos caminos, uno a cada lado de la carretera. El de la margen izquierda, en sentido Bilbao, conecta con el humedal de Saldropo y el hayedo de Otzarreta, y tiene una afluencia considerable de aficionados a los espacios naturales en fin de semana.
Actualmente se permiten todas las entradas y salidas en ambos sentido, tanto directas como con giros a izquierda, sin que existan carriles de acceso ni de aceleración y desaceleración. Todo ello, en un tramo de unos 200 metros de longitud que incluye una baja visibilidad por el cambio de rasante de la carretera, una curva a derechas bajando del puerto en sentido Zeanuri, un tráfico considerable de camiones –que suponen el 31,8% de los 4.559 vehículos que circulan de media cada día– y transportes especiales con origen o destino en el Puerto de Bilbao, velocidades elevadas y frecuentes bancos de niebla que disminuyen aún más la visibilidad.
Resulta especialmente significativo el caso de los autobuses de Bizkaibus. La línea 3925 Bilbao-Lemoa-Otxandio-Ubide dispone de una parada en la gasolinera de la derecha, en sentido Bilbao, realizando luego un giro a izquierdas para volver en sentido Gasteiz hasta el cruce con la BI-3542, donde se dirigen a Ubide o giran hacia Otxandio y siguen hacia Bilbao.
Con todo, el tramo tiene un índice de peligrosidad alto, con colisiones y alcances asociados a los movimientos de entrada y salida, y a la falta de ordenación en los accesos como accidentes más habituales.
Ante esta situación, el ente foral ha proyectado construir una gran rotonda, de 36 metros de diámetro para permitir el tránsito de vehículos especiales de gran longitud, que permitirán reordenar los accesos y poder realizar desde aquí todos los giros. Se situará entre las dos gasolineras y el paso sobre el río Santa Engrazia. La actuación se completará con viales de servicio, de uno o dos sentidos, para garantizar el acceso a todos los servicios del entorno.
Viales de servicio
En la margen derecha, en sentido Bilbao, el vial actúa prácticamente como otra glorieta, dando servicio a la gasolinera, que rodea para volver a sacar el tráfico de nuevo a la rotonda. Mientras, al otro lado, se va a habilitar una salida directa hacia el restaurante y su aparcamiento, que podrán utilizar también los quitanieves.
Así, los vehículos que lleguen desde Gasteiz podrán desviarse a la derecha a través de la rotonda o bien, dando prácticamente la vuelta a esta, girar hacia el lado izquierdo. Por su parte, los conductores que llegan desde Bilbao tendrán esa salida directa a la derecha, para acceder al humedal y el hayedo, el restaurante y la gasolinera, o seguir hasta la rotonda si quieren llegar hasta el otro lado. Las salidas desde ambas márgenes y tanto hacia Gasteiz como hacia Bilbao se realizarán también desde la glorieta.
El documento que recoge el proyecto permanecerá en exposición púbica hasta el 29 de mayo. Los trabajos supondrán una inversión de 1,6 millones de euros, IVA incluido, y su ejecución se prolongará, una vez que se adjudiquen las obras a la empresa constructora, durante diez meses.
Velocidades. La velocidad genérica del tramo es de 80 kilómetros por hora, que se encuentra limitada a 50 y 40, en sentido Bilbao y Gasteiz, respectivamente, en la zona del alto. Sin embargo, el análisis de la velocidad muestra que un gran porcentaje de vehículos circulan por este tramo a mayor velocidad de la establecida –con medias de 73 y 56, e incluso picos máximos de 151–, resultando todavía más problemático debido al elevado número de camiones que circulan por la carretera.