Larrabetzu ha rescatado a través de la edición de un libro la historia de un total de 162 caseríos y casas de la localidad. Bajo el título Larrabetzuko baserriak eta etxeak, ha sido realizado por Labayru Fundazioa por encargo del Ayuntamiento de Larrabetzu. En este sentido, además de recopilar la historia de los baserris, desde los más antiguos que datan del siglo XVI, también se han incluido en la publicación las casas del casco urbano. A este respecto, cabe recordar que el casco histórico de la villa de Larrabetzu está declarado conjunto monumental.

Portada de la publicación editada por Labayru y el Consistorio. Ayuntamiento de Larrabetzu

De esta forma, en la publicación se incluye información sobre 162 caseríos y casas que siguen en pie de catorce barrios. Cada uno tiene una foto y un información sobre la denominación estandarizada, los diferentes nombres o que históricamente ha tenido, cómo se conoce oralmente, y las principales características o particularidades.

En cuanto a la tipología, según destacan los responsables del trabajo, a lo largo de la historia se aprecia “una clara evolución”. Por un lado, los caseríos más antiguos de Larrabetzu datan del siglo XVI y se caracterizan por estar sostenidos por estructura de madera. Sin embargo, en los siglos XVII-XVIII predomina la piedra. Además, en el siglo XIX destacan los arcos de las fachadas y hay también “algunas excepciones que no encajan en los modelos”, apuntan.

Futuras generaciones

Sobre esta línea, se trata de un trabajo en el que se recopila todo el patrimonio de la localidad, donde reside su esencia y naturaleza. Por un lado, en el caso de los caseríos hay una referencia en cuanto a su valor como edificio, pero por otro se hace hincapié como patrimonio no material, que no se toca, que se refiere a la vida transcurrida transmite de generación en generación. “Saber de dónde venimos es importante para definir el futuro”, indican desde el Consistorio.

A este respecto, desde Labayru Fundazioa señalan que el caserío es uno de los pilares y ejes de la cultura y la identidad vasca junto con el euskera. “Es una institución social básica, que aúna vida y trabajo siglos ha dado identidad a las personas que lo habitan”, agregan.

Las denominaciones originales de los caseríos se mantienen hoy en día en los nombres de los barrios o mediante su conversión en apellidos. “El caserío nos identifica, por eso esta colección de libros tiene el subtítulo Izena eta izana (nombre y ser). A este respecto, apuntan, que el bertsolari Xalbador, en el verso dedicado a su casa natal, dice así: “El lugar más querido del mundo, a ti te debo lo que soy: el ser y el nombre”.

Por otro lado, a la presentación en sociedad de la publicación, realizada hace unos días, acudieron numerosos vecinos y vecinas de la localidad. Por parte del Consistorio, el concejal de Euskera, Igor Elordui, recordó que “la toponimia da mucha información sobre la historia del pueblo”.

Por su parte, la directora de Labayru Fundazioa, Igone Etxebarria, destacó que el caserío nos da identidad y subrayó la importancia de este tipo de trabajos para conocer el patrimonio y transmitirlo a las próximas generaciones. Igualmente, Ziortza Artabe, en nombre del equipo de autoras de la publicación, detalló la metodología seguida durante la elaboración del trabajo, las fuentes consultadas, algunos conclusiones sobre los topónimos y la tipología principal de los caseríos.

En Breve

Proyecto. En los caseríos hay un patrimonio arquitectónico, en cuanto a su valor como edificio, pero también un patrimonio no material, que se transmite de generación en generación.

Edición. El trabajo ha sido realizado por Labayru Fundazioa por encargo del Ayuntamiento de Larrabetzu.

Publicación. En total se han catalogado 162 caseríos y casas de 14 barrios del municipio. Cada uno con su foto e información. Se incluye además la evolución de los caseríos, desde los más antiguos que datan del siglo XVI.