La accesibilidad es uno de los empeños en los que ahora mismo trabajan denodadamente en el Museo de la Minería, que cerró el año con la rehabilitación de la segunda casa minera del parque. No en vano, tal como recordaba Aitor Uriarte, el parque cultural contempla un proyecto de urbanización tanto en la zona situada entre el museo y las casas mineras como en la trasera de las mismas. En 2023 el museo llevará a cabo también la recreación de las líneas aéreas de baldes que trasladaban el mineral –ya solo falta de instalar la más cercana al museo–, o la construcción de varias cubiertas para garantizar la conservación de las piezas de la colección ubicadas en el exterior. Del mismo modo, se culminará el proyecto museístico de la mina Peñusco de la Mendiola, cerrada en los años cuarenta del siglo XX. El Parque Cultural recreará la bocamina por donde discurrían las vagonetas cargadas de mineral procedente del interior de esta mina.

“El parque es un proyecto de protección y conservación integral que, basándose en los principios de la museografía dará un nuevo enfoque a la exposición, de forma que la futura visita a las instalaciones, será totalmente diferente y novedosa, con nuevos senderos exteriores y que abarcará todas las fases, desde la extracción hasta el envío a los Altos Hornos de nuestro hierro vizcaino”, resumía Uriarte.

Por su parte, la directora, Haizea Uribelarrea, destacó el trabajo de decenas de voluntarios en gestión, conservación y restauración o catalogación de fondos. “Sin ellos esto no sería posible”, agradeció.