Gernika-Lumo se apresta a mitigar los efectos del cambio climático con una hoja de ruta que aprobará próximamente en sesión plenaria, toda vez que ecoja las aportaciones de los vecinos. Para ello ha elaborado el plan intregrado de mitigación y adaptación al cambio climático (Pimacc), una estrategia que entre otras cuestiones, recoge las actuaciones en materia energética, climática o de mejorar de infraestructuras. Con unas metas establecidas de antemano, la localidad foral pretende rebajar al menos un 55% las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030, que el 32% de la energía –eléctrica y termica– consumida en los edificios municipales sea autoproducida o rebajar los consumos de energía el menos un 35%.

Que el cambio climático es ya una realidad pocas personas lo ponen en duda. La temperaturas son cada vez más extremas –tanto en cuanto al calor como al frío–, al igual que los episodios de inundaciones cada vez más agresivos. Es por ello que “resulta indispensable” que Gernika-Lumo trace su horizonte futuro. “Un total de 62 son las acciones estructuradas en 16 programas, a su vez derivadas de siete líneas estratégicas”, resumió la teniente de alcalde María Uribe, quién incidió en que “la administración municipal tiene mucha que decir y hacer en cuanto a la mitigación del cambio climático, pero también la ciudadanía con sus pequeñas acciones diarias”.

Entre las líneas estratégicas se incluyen a las que incumben a la administración gernikarra –transporte urbano 100% eléctrico, sustitución paulatina de la flota municipal de vehículos más eficientes o instalación de paneles solares en el polideportivo de Santanape– o la transición hacia un modelo más sostenible, como puede ser la ampliación de las comunidades energéticas –al estilo de la Tek San Fidel– a otros emplazamientos de la localidad. En cuanto al fomento de la movilidad sostenible, Uribe confió en redactar un nuevo Plan de Movilidad Sostenible, la potenciación del uso del transporte público o la ampliación y mejora del bidegorri. “Son cuestiones en las que tenemos que ponernos a trabajar cuanto antes”, explicó.

“Hay otro tipo de cuestiones en las que debemos ir de la mano con la ciudadanía”, apuntó Uribe. Es el caso de la reducción en la generación de residuos y la optimización en su gestión, así como el fomento de las energías renovables. También habrá que ir de la mano –en este caso de la Agencia Vasca del Agua, URA– en cuanto a las mejoras en el ciclo integral del agua o la mitigación ante hipotéticas crecidas del río Oka a su paso por la localidad. “Ya estamos actuando en Errenteria”, abundó, aunque Uribe es sabedora de las dificultades que entraña actuar en esta materia. Por último, también se han incluido los proyectos para la conservación del medio ambiente y la protección de especies autóctonas vulnerables, tales como la reciente restauración del robledal de Santa Lucia o la futura plantación de robles en Trama.

En cuanto a la sensibilización en materia de cambio climático, Uribe avanzó en varias actuaciones que el Ayuntamiento gernikarra prevé ejecutar en meses venideros. Además de continuar impulsando la Carta de Turismo Sostenible de Urdaibai o incidir en las campañas de sensibilización, la teniente de alcalde se refirió al “nuevo mercado municipal de Gernika que será una realidad pronto”. No en vano, Uribe aseguró que “el proyecto será dado a conocer en breve, y esperamos que sea licitado ante del mes de junio”.