El de hace tres semanas era un domingo más para Ainhoa Sánchez al frente de su tienda, el comercio Léeme ubicado en la calle Santa Eulalia de Santurtzi, hasta que un niño de tres años y su aita entraron al local. El pequeño, acompañado de su oso panda, miró todas las golosinas que había en el local y le costó elegir aquello que colmaría sus deseos. Finalmente, el niño eligió unas, pero cambió de opinión y se compró unos muñequitos Superthings... y con el trasiego y los nervios para elegir qué comprar, se olvidó a su osito panda en la tienda. Ainhoa lo guardó, pero al ver que pasaban los días y el dueño no aparecía, decidió ponerlo en el escaparate del local con la esperanza de que el pequeño propietario del peluche apareciese. “Es posible que ese peluche tenga un gran valor sentimental para ese niño pequeño e imagino el berrinche que se ha podido pegar y el mal rato que han pasado sus padres. Sé que venían un padre y un hijo, pero como no son clientes habituales no los conozco”, apunta Ainhoa, quien lleva dos años al frente de este negocio.

Sin lugar a dudas, el peluche y la nota que lo acompaña, atraen las miradas de muchas personas que pasan por las inmediaciones de esta tienda. “La gente se para, mira y dice que qué cosa más bonita y más tierna”, señala Ainhoa, quien asegura que el osito seguirá en el escaparate un tiempo hasta que aparezca su propietario. “La verdad es que tengo hasta curiosidad por saber quién es. Ojalá se enteren de que el osito está aquí y vengan a por él, sería algo muy bonito”, concluye esta comerciante que esta buscando desde hace casi tres semanas al niño propietario de ese simpático osito de peluche.