Dieciocho imágenes de la villa de Ugao-Miraballes vuelven a ilustrar, un año más, las páginas del calendario de mesa que el Consistorio local hace llegar a todos los domicilios. Dieciocho fotografías antiguas, en blanco y negro y datadas entre 1954 y 1963, de alto valor histórico e, incluso, sentimental puesto que hacen retroceder a un pasado que ya, cada vez menos de los actuales residentes, vivieron, conocen o recuerdan. Y todas las instantáneas son autoría de Javi García Rodrigo (1936-2010). Nació en la cercana localidad de Arrigorriaga, donde su aita, Isaac García, era jefe de la estación de tren en una época convulsa, tanto que “cuando solo tenía tres días de vida, su ama se lo tuvo que llevar, protegido en una mantita, al refugio antiaéreo que había en las instalaciones de la Papelera para protegerse, ambos, de los bombardeos”, explica su hijo, Iñaki García Uribe.

Con dos años de edad, Isaac fue trasladado a Ugao-Miraballes –por aquel entonces, Miravalles– y estableció la residencia familiar encima del estanco que su tía, Eugenia Marquina, regentaba en plena calle Udiarraga. Con 18 años comenzó a trabajar en la empresa Pradera Hermanos, una edad en la que ya recorría los municipios de la comarca “en su moto, con un par de máquinas de fotos y una gabardina con los bolsillos llenos de carretes”.

Javi García Rodrigo era, y fue hasta su fallecimiento, un apasionado de la fotografía. “Es más que posible que, de Basauri hasta Orduña, no hubiera, en aquel momento, nadie como mi padre”, recuerda Iñaki. Es imposible acertar con la cifra de instantáneas que llegó a sacar. “Decenas de miles”, asegura su hijo. Y todas eran reveladas por él mismo “en un laboratorio que montó en la trastienda del estanco”. Iñaki García Uribe está convencido de que “casi todas las familias contemporáneas a él en la villa guardan en los cajones de sus casas fotos en blanco y negro numeradas con su característica letra a lápiz”. Las diapositivas fueron también su pasión teniendo una colección de 50.000 ejemplares y, además, filmó con su proyector de Super 8 infinidad de secuencias de aquellos años 60 como, por ejemplo, el derribo de la Torre de Ugao. Javi también escribía noticias para Ecos de Ugao y con la recopilación de sus artículos, publicados en las páginas centrales de la revista de los donantes de sangre, editó un libro bajo el título Crónica de Ugao.

Almanaque anual

Gran parte de ese testimonio gráfico de la villa y la comarca desapareció por las riadas de 1983 y, tras su repentino fallecimiento en 2010, Iñaki García Uribe dedicó seis años a catalogar y archivar todo ese legado familiar, cultural y social que, en gran parte y dada su importancia histórica y documental, fue donado en 2017 “en forma de 20.000 negativos con 80.000 fotos” al Archivo de la Diputación de Bizkaia. Y desde hace ya varios años, también selecciona y cede una colección de imágenes al Departamento de Cultura del Ayuntamiento de Ugao-Miraballes para el almanaque anual “con mucha ilusión” porque para los mayores “es un regalo que les hace revivir el pasado” mientras que los jóvenes pueden “conocer cómo era la villa en los años en blanco y negro”. Y, a partir de esta semana, Iñaki las irá publicando en su Facebook.