Poco podía imaginar Jose María Urkijo, un jatorra y “liante” vecino de Muskiz, que su ocurrencia de que la fuente de San Julián de Musques manara vino en vez de agua durante las fiestas navideñas haya perdurado en el tiempo hasta convertirse, cincuenta años después, en una seña de identidad de las fiestas patronales de este pequeño núcleo fundacional del actual municipio de Muskiz. Un apéndice popular a un barrio que hoy cuenta con poco más de 200 vecinos, pero que atesora mimbres históricos sin los que sería difícil comprender la singularidad de este núcleo orillado al río Barbadun. En San Julián se encuentra la iglesia más antigua del municipio, medieval en origen, en cuyo interior se guarda el escudo conocido más antiguo del municipio y una puerta con grafitos –casi exvotos– recuperada por la ferrería de El Pobal que muestran la honda relación del barrio con la práctica de la venaquería y del trasiego del mineral de hierro de los montes de Triano. Además, ante la puerta principal del templo –hoy en día semiderruido– se puede admirar un crucero de piedra del siglo XVI, uno de los más antiguos de Bizkaia.

Motivos mas que sobrados para los vecinos de San Julián que se sienten orgullos tanto de sus antecedentes seculares como de las iniciativas populares como la inspirada por Urkijo. “En aquella época, San Julián no estaba tan poblado de casas como ahora, aunque es cierto que en las casas de entonces había más habitantes que ahora y tan solo existían dos bares, el de Elvira y el Zoco”, señala Isidoro Ortiz, uno de los implicados en la milagrosa conversión de la fuente.

“Estábamos en la taberna de Elvira (situada frente a la fuente de hierro  ) tomando unos vinos cuando Jose María Urkijo planteó la posibilidad de que la fuente manara vino en vez de agua durante las fiestas y yo, que trabajaba con él, me sumé a la iniciativa. De la misma, preparamos un artilugio que hacía llegar el vino a la fuente desde el primer piso de una casa situada en las cercanías de la fuente. Luego se sustituyó el sistema por una bomba de lavadora y actualmente por una sistema de barril que sirve el vino a través de un grifo”, explica Isidoro.

Sesenta litros

No existe constancia exacta de cuántos litros se han llegado a repartir en estos años pero sí se sabe que en los primeros , cuando la organización de la fiesta regalaba bocadillos a los asistentes llegaron a adquirirse cerca de 250 litros. “Hoy en día el consumo es mucho menor, sobre todo porque la juventud prefiere otro tipo de bebidas como el kalimotxo en vez del vino solo. En esta edición rondaremos los sesenta litros”, explica Rafa Díaz de la comisión organizadora y artífice del artilugio que sirve el vino en esta fuente construida en 1893, pero que fue restaurada en 1973.

Y es que en las fiestas de San Julián no todo es beber sino disfrutar del programa festivo iniciado el viernes que ayer se vio mediatizado por el agua y especialmente por el fuerte viento que sopló durante toda la jornada. Ello no amilanó a los asistentes a la fiesta que, en el caso de los más pequeños, contó con talleres de dibujo, pintacaras y talo, mientras que los adultos disfrutaron, antes de la comida popular que repartió más de cinco kilos de alubias entre setenta comensales, de las actuaciones de los aizkolaris de Muskiz, Santi Monreal y Natxo Landeta.

Otro de los puntos fuertes del programa matinal fue la participación del grupo de música folclórica, Denbora Kolpeka, que desde 2016 tiene su base de operaciones en las antiguas escuelas de barriada de San Julián y cuya escuela de instrumentos y música tradicional cuenta con cerca de diez alumnos y alumnas. “Hacemos música tradicional con la base de los instrumentos pastoriles, como el pandero o la alboka, pero eso no quiere decir que no vayamos utilizar otro tipo de instrumentos como la trikitixa, la txirula o el acordeón. Utilizamos panderos de diferentes procedencias como celtas, árabes o cuadrados pero siempre con el objetivo de fusionar los sonidos que procuran con la música tradicional vasca”, señala Marí Mielgo, que, junto a Iñaki López, forma la base del grupo musical que desarrolla una importante labor de la música folk euskaldun.

El programa festivo concluirá hoy con la celebración a las 12.00 horas de un concurso de rana que seguirá un ameno pintxo pote amenizado por la cuadrilla de los Txikiteros de Muskiz, que ayer ya pudieron tomar contacto con la peculiar y sabrosa fuente de San Julián.