“Mandamos un abrazo a toda su familia”. Con este mensaje la Cofradía de la Putxera enviaba sus condolencias a los allegados a Delfín Arregi, uno de los artífices del concurso de alubias, fallecido el lunes. La villa lamenta esta importante pérdida en los primeros días del año después del accidentado 2022 y el grave incendio forestal que obligó a interrumpir el certamen el 23 de octubre.

Aquel día de San Severino, Delfín y sus amigos Javier Elorrieta, José Ramón Odriozola, Constantino López, Marcial Sainz y Jesús Corino recibieron un emotivo homenaje por la genial idea de potenciar las alubias en olla ferroviaria en las fiestas patronales. En representación de todos ellos, López rememoró sobre el escenario del Klaret Antzokia cómo las paellas de Aixerrota les proporcionaron la inspiración “en una comida en la que coincidimos con miembros del jurado” del afamado concurso de Getxo. El certamen “se cocinó en un restaurante de Deusto donde Delfín Arregi comía habitualmente con amigos de la zona y no era extraño que José Ángel Iribar asistiera a aquellas comidas”, relata un reportaje de la asociación cultural Harresi de Balmaseda.

Lo replicaron por primera vez en Balmaseda en 1971. Las ollas ferroviarias se elaboraron en el frontón ejerciendo de jueces Koldo Kortabitarte (restaurante Hotel San Blas, Abadiño), Gabi Etxebarria (cocinero comedor astillero Euskalduna, Bilbao) y Josetxu Zulaika (cocinero y representante de Starlux), que coronaron triunfadora a la cuadrilla Lagun Beti entre las más de sesenta putxeras presentadas.

En los años ochenta el certamen se trasladó desde la campa del frontón a la plaza de San Severino, donde se sigue desarrollando a día de hoy. El nacimiento de la Cofradía de la Putxera en 2017 le dio un nuevo impulso, aunque nada hubiera sido posible sin la inquietud de los pioneros por potenciar el recipiente de origen ferroviario.