Mucho se oía hablar de la opulencia tras los muros del palacio Horkasitas, pero solo un pequeño porcentaje de vecinos de Balmaseda había cruzado la puerta mientras el mobiliario aún se encontraba allí. Poder hacerlo ahora ha generado una gran expectación. Solo por eso el esfuerzo de los integrantes de Orexinal ha merecido la pena.

“Queremos dar las gracias a los cientos de personas que han pasado a visitar la exposición y que nos han transmitido su ilusión por ver el palacio así decorado. Los textos en nuestro libro de firmas nos ponen la piel de gallina, de verdad. Vuestra pasión y cariño por nuestro patrimonio nos alimenta y recompensa con creces”, agradecen.

Aprovechando la ocasión, pretenden formar un archivo con información “que perdure en el tiempo”, asociada al palacio Horkasitas. Para ello, realizan “un llamamiento a todas las personas que hayan tenido una vinculación profesional, personal o suficientemente estrecha” con este emblema del patrimonio emplazado en el casco histórico de la villa. Si disponen de “datos, anécdotas o vivencias, nos gustaría que se pusieran en contacto con nosotros con el fin de entrevistarles” y constituir “un archivo sobre el palacio y sus habitantes que perdure en el tiempo”. Balmaseda “posee tanta historia en sus cajones y en la memoria de sus habitantes que no nos podemos permitir que se pierda”, previenen, sobre todo en el caso de las generaciones mayores que pudieran incluso haber conocido al primer marqués de Buniel. De hecho, así han titulado la muestra, con la palabra memoria.

10

Palacio Horkasitas: calor de hogar en Balmaseda E. Castresana

Ponen a disposición de las personas interesadas en realizar aportaciones el correo electrónico de la asociación, orexinal@gmail.com, para establecer contacto por vía telemática o quien lo prefiera, en persona.

Camino de cumplir cinco años de vida en enero, la asociación cultural Orexinal de Balmaseda también ha impulsado la puesta en valor y estudio del Cerro del Castillo fruto de un convenio entre el Ayuntamiento y la Cátedra Unesco de Paisajes Culturales y Patrimonio de la Universidad del País Vasco. La primera de las campañas arqueológicas desveló que las partes más antiguas estudiadas entonces se remontan al siglo X.