Son dos de los elementos significativos del Puerto Viejo: las esculturas del Arrantzale y la Sardinera, y necesitan someterse a una operación. Van a ser objeto, hasta fin de año, de un proceso de restauración científica in situ, debido a su estado de deterioro y con el fin de preservar el patrimonio municipal. Las actuaciones previas han dado comienzo ya, con la colocación de unos andamios de protección desde los que un equipo de restauradores trabajará directamente sobre las esculturas originales. “Se trata, en líneas generales, de restituir los elementos que faltan en las dos figuras y recomponerlas hasta conseguir dejar las esculturas en su estado original”, explican desde el Ayuntamiento de Getxo.

La primera fase de la restauración consistirá en la protección y pre-consolidación de las partes con peligro de pérdida o desprendimiento de las estatuas. Una vez protegidas, se llevará a cabo la consolidación y limpieza de las mismas, y si fuera necesario la recomposición de pequeños volúmenes y el sellado de fisuras, entre otras cuestiones. En esta primera fase se eliminarán también las capas de pintura para su tratamiento posterior. Tras consolidar los originales, se realizarán el molde de las piezas y el contramolde sobre los originales y las labores pertinentes para conseguir la mayor similitud en textura y color con los elementos originales, que son de cemento recubierto de armadura metálica. El importe de los trabajos de remodelación asciende a más de 14.000 euros.

Por otra parte, enmarcado en los trabajos de rehabilitación del edificio municipal de San Nicolás 23, conocido como Txokeras, se ha procedido a retirar la imagen de la Virgen para iniciar también su restauración científica. – M. H.