Diez lugares del centro de Leioa albergarán diferentes espectáculos de luces y sonidos desde mañana viernes y hasta el domingo, a partir de las 18.00 horas. “Será algo nunca visto y que da continuidad al Bosque de los deseos del año pasado” como adelantó ayer miércoles el alcalde, Iban Rodríguez. Es decir, el Ayuntamiento repite la fórmula de noviembre de 2021 que abarrotó y provocó largas colas de espera en el parque Pinosolo, pero disemina la actividad por una decena de espacios, “para tratar de evitar esas masificaciones” –como señaló el primer edil–. Estos son: calle Estartetxe, bulevar de La Avanzada –en tres sitios–, plaza José Ramón Aketxe, plaza Errekalde, calle Sabino Arana –en tres puntos– y bulevar de Udondo.
La propuesta es prometedora. Algunos de estos juegos de iluminación y música serán de carácter interactivo, según desveló el coordinador del Área de Cultura, Alberto García García de los Salmones. Así, una parte de Kultur Leioa se convertirá en una enorme videoconsola para recrear el Tetris. El público podrá jugar a lo grande una partida durante unos instantes. Además, muy cerca de allí se instalarán distintos puntos de luz verdes que se encenderán con las pedaladas de los que se presten voluntarios. Por otra parte, el obelisco del bulevar de La Avanzada se transformará en un gigantesco martillo de feria, donde los forzudos podrán probar hasta dónde consiguen elevar su marca. “Cuando alguien llegue hasta arriba, unos 4 o 5 metros, habrá una sorpresa”, apuntó García García de los Salmones.
Los datos
Horario. Las propuestas lumínicas tendrán lugar –a partir de las 18.00 horas–, mañana, el sábado y el domingo. El primer día terminarán a las 23.00 horas; el segundo a las 0.00 y el domingo, a las 22.00.
Ubicaciones. Los puntos escogidos son: calle Estartetxe, bulevar de La Avanzada –en tres sitios–, plaza José Ramón Aketxe, plaza Errekalde, calle Sabino Arana –en tres puntos– y bulevar de Udondo.
Tráfico. Permanecerán cerradas al tráfico las vías laterales del bulevar de La Avanzada en ambos sentidos, y también habrá otras afecciones.
Los demás espectáculos serán inmersivos. Por ejemplo, en las stoas del bulevar de La Avanzada se podrá atravesar un mar con niebla, colores, luces de láser… Mientras que un gran bosque luminoso emanará en la calle Sabino Arana. Allí mismo, el roble centenario irá cambiando de colores muy sutilmente; y, al lado, en el edificio de enfrente, aparecerá una niña. “Esta idea es una mirada al pasado, al presente y una llamada de compromiso para un futuro con un objetivo común: conseguir un entorno verde, sostenible, saludable y próspero”, explicó el coordinador de Kultur Leioa. Y la entrada a Sakoneta será un guiño a la caja metafísica de Oteiza. “Vamos a jugar con la estructura haciendo un videomapping”, puntualizó García García de los Salmones. Por otro lado, parecerá que las esculturas de los niños que juegan al pañuelito en la calle Estartetxe están dentro de una gran bola de cristal con nieve cayendo. Y, por último, en el bulevar de Udondo se podrá ver un gran corazón latiendo con fuerza.
Los vecinos de Leioa y de otros municipios e, incluso, comunidades, ya demostraron el año pasado lo que gustan actividades de este tipo. Si bien es cierto que el Bosque de los deseos en Pinosolo aún se vio condicionado por restricciones de aforo debido a la pandemia –y por las ganas que había de hacer planes por aquel entonces–, la cantidad de gente que pasó por allí a lo largo de tres noches reventó todas las previsiones. “Contábamos con unas 7.000 u 8.000 personas ¡y vinieron 22.000!”, reconoció ayer el responsable del área cultural.
