Al cierre de esta edición nadie sabía nada del paradero exacto de Aniano Jesús Orive, un mendizale experimentado de 82 años que el pasado día 18 utilizó su tarjeta Barik para desplazarse a la parte alta de Trapagaran y que desde entonces permanece ilocalizable. Ahora, la búsqueda se está centrando en los núcleos urbanos.

La familia fue consciente de su desaparición el día 19 cuando no acudió a llevar a sus nietos al colegio como hacía habitualmente. Esto despertó todas las alarmas sobre el paradero de buen conocedor de los montes de Triano, que contactó con una nieta sin que especificara su ubicación.

Una circunstancia que llevó a la familia a recurrir de manera rauda a los juzgados de Barakaldo para solicitar la autorización para geolocalizar su teléfono móvil. Una solicitud que fue atendida ayer –posibilitando el trabajo técnico de la Ertzainetxea de Sestao– lo que a juicio de la familia “es un auténtico despropósito. Alegaban que no había indicios criminales para poner en marcha el operativo de rastreo. ¿Cómo saben los jueces que no hay una presunta agresión a un hombre que iba solo por el monte”, planteó la familia del desaparecido que no descarta emprender acciones judiciales contra el juzgado barakaldarra que tramitó el caso.

“Hoy –por ayer– nos hemos enterado por la Ertzaintza que por fin el juzgado dio el visto bueno a la geolocalización del móvil después de que la familia hubiéramos comparecido en el juzgado para alertar de la situación sin que obtuviéramos ninguna colaboración”, remarcaron los familiares que agradecieron las muestras de solidaridad y apoyo en la búsqueda de su familiar. En este sentido agradecieron la implicación de voluntarios el municipio y vecinos anónimos de la comarca e incluso profesionales del taxi de diversas localidades “que nos ayudan a buscar a Aniano”.