En Balmaseda ya han probado la cerveza elaborada con “la primera plantación de lúpulo de Bizkaia” en palabras de la presidenta de la asociación de personas desempleadas Balmasedactiva, Loli Alonso, cultivada en 2.000 metros cuadrados del huerto ecológico La Rotura que gestiona este colectivo en el barrio de El Peñueco. Gracias a su alianza con la empresa de cerveza artesana Laugar de Gordexola, pronto llegará a los comercios, según explicaron en la clausura de las jornadas dedicadas a dar a conocer proyectos del Área municipal de Comercio, Empleo y Promoción Económica.
Por el momento, se han envasado “alrededor de 6.000 botellas” de una cerveza “muy equilibrada” en la cual el lúpulo se trata “al fresco, en el mismo momento en el que se recoge, lo que resta amargor, aporta aroma y ayuda a que se conserve el olor”, describió Eneko Neira, de la empresa Laugar, que cumplirá diez años en 2023. Para obtener un resultado óptimo, “ayuda la proximidad” desde la huerta a la fábrica y al mismo tiempo contribuye a reforzar la economía circular y generar nuevas oportunidades de negocio en la comarca.
La plantación de cuatro variedades de lúpulo ha dado un rendimiento tan óptimo que “para el próximo año triplicaremos la producción”, avanzaron. Una “buena carta de presentación para estas jornadas; en los próximos días veremos esta cerveza Rotura Berria en bares, locales de hostelería y comercios”, señaló el concejal de Comercio, Empleo y Promoción Económica, Aitor Llano. La demanda creciente de los productores de cerveza artesana unida a las condiciones aptas de Balmaseda para el cultivo de lúpulo por su clima –de hecho, no es difícil verlo en estado silvestre en los márgenes del río Kadagua– siembra unas perspectivas idóneas para “fortalecer el sector primario, crear empleo, aprovechar los recursos, minimizar la huella de carbono y fomentar un comercio justo”.
Este mismo año, en primavera, la Diputación puso en marcha en la estación de fruticultura de Zalla la primera plantación de lúpulo autóctono kilómetro cero certificada de Euskadi con el objetivo de transferir la actividad a productores. Este ensayo persigue evaluar el potencial del lúpulo silvestre con el propósito de alimentar a la industria artesana, que ahora se nutre en su mayoría de plantaciones más lejanas, así como generar un banco compuesto por quince o veinte variedades.
Sacar adelante esta cosecha ha representado “un reto” para La Rotura, el proyecto basado en “agricultura social” que echó a andar en Balmaseda en el año 2018 de la mano de la asociación local de personas desempleadas con el apoyo del Ayuntamiento, el departamento de Empleo, Inclusión Social e Igualdad de la Diputación Foral de Bizkaia y otros patrocinadores a los que Loli Alonso agradeció su apoyo en esta iniciativa que diversifica sus actividades ligadas al primer sector.
El trabajo en el campo ha permitido a personas en situación de vulnerabilidad encontrar una oportunidad de volver a conectar con el mercado laboral recurriendo al cultivo de hortalizas, su “producto estrella, la alubia recuperada con la semilla donada por el caserío Galarza de Balmaseda” que seguro estará en la base de muchas putxeras del concurso del 23 de octubre y, más recientemente, flores listas para ser cortadas en ramos.