La trayectoria de Ansareo se remonta a 30 años atrás, tiempos duros, complejos pero a la vez muy ilusionantes, en palabras de su fundador, Santiago Ansareo.

¿Qué recuerdos tiene de los inicios?

Yo he nacido en Ortuella, y trabajaba en una empresa, como tantos otros trabajadores vizcainos. Hace 30 años decidí poner en marcha mi propia empresa, con muchas ganas, obviamente, con mucha ilusión y con muchas ideas para desarrollar nuestro proyecto, pero lógicamente también con mucha incertidumbre. Era prácticamente empezar de cero y abordar la realización de un sueño, en un territorio que personalmente siempre he pensado que está lleno de oportunidades, dejando atrás lo que había sido nuestra forma de vida hasta ese momento.

Usted es el artífice de esta aventura. Me imagino que no habrá estado solo en este caminar, ¿no?

Nunca he estado solo a lo largo de esta maravillosa singladura. Junto con mi mujer, Azucena, empezamos a construir esta realidad, y posteriormente se fueron sumando mi hijo e hijas, y un amplio elenco de buenos profesionales, a los que logramos ilusionar e impregnar de los valores en los que siempre hemos creído como grupo. Obviamente, también son parte fundamental de esta aventura nuestros clientes y proveedores, sin su confianza y buen hacer, nada de esto hubiera sido posible.

Tiene que ser enormemente gratificante echar la mirada atrás y ver lo que ha creado. ¿Qué siente?

En 30 años de la vida de una empresa ocurren muchas cosas, y se atraviesan momentos en los que sufres muchísimo y parece que todo va al traste, y otros en los que ves que el esfuerzo merece la pena y da sus frutos, y te encuentras realmente satisfecho. Creo que, con humildad y esfuerzo, hemos conseguido crear una empresa de éxito y de la que estamos muy orgullosos, y echando la vista atrás nos da hasta un poco de vértigo y mucha satisfacción, convencidos de que hemos aportado nuestro granito de arena en la construcción de la sociedad vasca, en la que nos sentimos absolutamente integrados.

Tendrá muchos recuerdos de épocas pasadas. Ansareo se ha implicado de una forma especial en ciertos momentos y ha llevado a cabo importantes proyectos relacionadas con las redes de saneamiento y abastecimiento del territorio. ¿Cómo los recuerda?

En 30 años ha habido muchos momentos críticos en los que bien por catástrofes naturales, accidentes o por cualquier otra cuestión, nos ha tocado intervenir de forma urgente, y a la vez con garantías de hacer las cosas bien. Estar preparados para afrontar situaciones de emergencia no es una casualidad, es simplemente la consecuencia de un trabajo constante, profesional y de nivel. Siempre hemos estado dispuestos a arrimar el hombro y a poner a disposición de la sociedad y de sus administraciones todos los recursos de los que disponemos, y lo hacemos con mucho gusto en cualquier circunstancia. Es cuestión de los valores de nuestra compañía y de nuestro compromiso social.

¿En la transformación de Bilbao y Bizkaia ha tenido algo que ver Grupo Ansareo?

Sin duda. Y lo digo con mucha modestia y por supuesto, sin perder la perspectiva de nuestro tamaño en el conjunto de la actividad empresarial vasca. Hemos sido pioneros a la hora de invertir, innovar y modernizar todos nuestros equipos. En términos de empleo generado, en la actualidad tenemos 300 personas fijas en plantilla, más las personas vinculadas a las contratas que desarrollamos. En términos de fiscalidad, obviamente cotizamos en el territorio histórico de Bizkaia. Nunca hemos abandonado nuestro compromiso social y participamos en varias fundaciones e iniciativas sociales. Y siempre estamos dispuestos a colaborar con nuestras instituciones cuando se nos requiere.

La evolución de la empresa es más que evidente hoy en día. ¿Las propias necesidades del mercado les ha hecho crecer?

Hemos crecido, hemos diversificado y nos hemos modernizado en todos los aspectos vinculados con el desarrollo de las diversas actividades que desarrollamos. Para permanecer en la vanguardia del mundo desarrollado como país, sus empresas necesariamente deben estar en la vanguardia tecnológica, de innovación y de gestión. Somos conscientes de esta realidad y nuestros esfuerzos están orientados en esa dirección.

¿Qué servicios ofrecen?

Tenemos 30 años de experiencia en la prestación de servicios. Siempre que nos hemos comprometido a iniciar una nueva actividad ha sido con absoluta garantía de que podemos prestar un servicio de calidad, así como adaptado las necesidades de nuestro cliente. Yo diría que el ámbito de actividad que tenemos más desarrollado en nuestra compañía es el que tiene que ver con la gestión del agua, y sobre todo con las labores de saneamiento. No tengo ningún rubor en afirmar que en este ámbito de actividad somos una compañía de referencia.

¿Quiénes son sus clientes?

Nuestra oferta va orientada a la gestión de la prestación de servicios a diversas administraciones y también a empresas privadas. Esto implica que tenemos una amplia cartera de clientes y proveedores, con los que nos interrelacionamos de manera abierta y profesional, al objeto de establecer y mantener vínculos de máxima confianza y calidad. Entendemos que el conjunto de la cadena de valor, desde el fabricante de determinadas piezas, hasta el cliente final, debe estar perfectamente alineada y comprometida con los objetivos a conseguir.

Uno de los aspectos que identifican a Ansareo es que desde sus inicios ha sido una gran familia. ¿Qué otros referentes definen la empresa?

Tanto para mí como para mi familia representa un verdadero orgullo el hecho de haber nacido como empresa familiar y, tras 30 años de andadura, seguir manteniendo esa condición. Lo digo desde la máxima humildad, pero creo que la imagen que tenemos entre nuestros clientes es de que somos gente de fiar, trabajadores y honrados, que hemos evolucionado, que innovamos y que estamos en la vanguardia de nuestras actividades y, por supuesto, comprometidos con nuestros clientes y con la sociedad en la que estamos integrados.

¿Qué valor le dan a la innovación y a los avances tecnológicos?

Los tiempos avanzan muy rápido en todos los sentidos. En esta coyuntura, la innovación y la tecnología se antojan como los dos elementos básicos si queremos seguir siendo referentes en este país. Tan complicado como llegar arriba es conseguir mantenerse en la vanguardia e, insisto, la clave es invertir en innovación y en tecnología. En caso contrario estás abocado a languidecer y desaparecer.

De todas las áreas que desarrollan, ¿cuáles son las que están más en boga en la actualidad?

En todos los ámbitos de nuestra actividad, prestación de servicios vinculados a la gestión de residuos, a la gestión de infraestructuras, y sobre todo al de la gestión del agua, existen compañías que lo hacen bien y que obviamente intentan hacerlo cada vez mejor. Sinceramente creo que en el ámbito de la gestión del agua en general y del saneamiento en particular, somos un referente de primer nivel. Y lo afirmo con modestia y con satisfacción. Los esfuerzos inversores en innovación, en desarrollar nuevas tecnologías y la formación de nuestro capital humano nos han llevado a ocupar el espacio que estamos ocupando en la actualidad.

¿Qué le depara el futuro a Grupo Ansareo?

Yo creo que vienen tiempos de cambio en muchos sentidos. Es evidente que debemos de seguir apostando por la inversión en innovación, tecnología y captación, retención y formación de nuestros recursos humanos. Tenemos que ser capaces de garantizar la consolidación de nuestra actividad en el futuro y, para ello, el reloj ha empezado a andar y las decisiones las estamos tomando ya.

Usted acaba de cumplir la edad de jubilación. ¿Entra en sus planes jubilarse?

Madre mía!!!! La palabra jubilación no la tengo en el horizonte. No es cuestión de edad, mientras la salud nos respete y el proyecto nos siga ilusionando. Sigo hablando de mejoras, de modernización, de adaptación, de crecimiento, de generar riqueza y empleo, de innovar de invertir... Esa ilusión es la que nos mantiene vivos, activos y con más ganas que nunca. Por otra parte, también es cierto, que se trata de una empresa familiar y las nuevas generaciones van cogiendo las riendas de muchos aspectos de la empresa, aportando su visión, sus ideas y su impronta. De una forma natural y planificada. Como debe ser.