Cuando Eva Pérez saludó desde el escenario como triunfadora en las fiestas de San Severino, el 23 de octubre de 2019, el aplauso del público congregado en la plaza le sirvió de bálsamo en un momento complicado. “Si entonces me llegan a decir lo que se nos vendría encima con el coronavirus solo unos meses más tarde no me lo habría creído... ¡qué miedo pasamos!”, confesaba. Casi tres años después, y cuando la villa está a punto de conmemorar por fin las cincuenta ediciones del certamen, ella se postuló con otros 27 aspirantes a colgarse el delantal de Sukaldari Nagusia, el premio instituido por la Cofradía de la Putxera para marcar lo que ya han bautizado la Champions League de los concursos de alubias en los que se utiliza la olla ferroviaria.

Jamón y pan zallarra de Crosta se unieron en deliciosos bocadillos. E. Castresana

Desde que comenzó el concurso de putxeras “en 1971 como una iniciativa popular de las cuadrillas”, según recordó el concejal de Cultura, Ander Rivero, han seguido la estela más de 200 certámenes similares. Hubo representación de muchos de ellos, como el sopeloztarra Víctor Crespo, que guardará para siempre “el haber ganado el primer año que vinimos y la pasada de ambiente que hay”. Ayer él y los demás participantes cambiaron las calles del casco histórico por el palacio Horkasitas, protegidos de la lluvia. Madrugaron para encender las putxeras al aire libre antes de las 7.00 y después las vigilaron en las dos plantas superiores. “A la gente de Balmaseda nos parece más tradicional cocinar aquí”, comentó Oscar Ortiz de Vallejuelo, ganador de San Severino por última vez en 2011. “No existe un secreto único” para que salgan en su punto, sino que “muchos suman y, eso sí, miramos con lupa hasta el último detalle”. Que se lo digan a su sobrino, Iñigo Gómez Ortiz de Vallejuelo, que controlaba con el cronómetro de su teléfono móvil. Residente en el Valle de Arán, realizó un “viaje express” para reencontrarse con sus seres queridos y revivir aquel emocionante momento en que “a los 18 años escuché mi nombre como vencedor desde el escenario cuando había ido a acompañar a mi tío, que quedó segundo”. Su aitite Josetxo, con casi veinte premios en su haber, lo presenció orgulloso y, balmasedano hasta el final, falleció un día de San Severino.

De postre se degustaron raciones de arroz con leche. E. Castresana

El jurado compuesto por 22 personas, entre ellos los chefs Zuriñe García y Sergio Ortiz de Zárate, se dividió para las puntuaciones: cuatro de sus miembros calificaron el apartado visual y 18 el punto de sabor y cocción. El resultado de su deliberación se conoció en una gala por la tarde en la que EITB y Osakidetza fueron investidos Cofrades de Honor y se rindió homenaje a Rosi Pereda, la ganadora más longeva.

Iñigo Gómez E. Castresana

Eva Pérez, ganadora del 2019. E. Castresana