El restaurante del molino de Aixerrota divisa su apertura

La nueva concesión municipal tendrá una duración de 20 años, es decir, el doble que la anterior y, encima, será prorrogable por otros cinco años. El canon mensual a abonar (sin IVA) será de 5.012,23 euros, como mínimo y, “además de la oferta económica se valorará la experiencia y reconocimiento profesional en el sector hostelero”, puntualizan desde el Consistorio. No en vano, este restaurante, situado en un enclave privilegiado, ha sido una referencia gastronómica tanto dentro de la localidad getxotarra como fuera. Los últimos responsables estuvieron 30 años poniendo sabor al local del molino, bajo el nombre de Cubita. Sin embargo, las consecuencias derivadas de las restricciones por la pandemia fueron terribles para ellos: el 14 de diciembre de 2020 fue declarado el concurso de acreedores voluntario y fue designado el administrador concursal, cuando parte de la plantilla de doce trabajadores se encontraba en ERTE. La primera intención del Ayuntamiento de Getxo fue buscar una nueva empresa que cogiera esa misma licencia, como fórmula que prevé la ley y como una manera de conseguir que el restaurante estuviera menos tiempo cerrado. “Con el objetivo principal de dar continuidad a la mayor parte de la plantilla, hemos acordado con el administrador concursal agotar el plazo máximo que otorga la ley para buscar un nueva sociedad que se haga cargo de la concesión actual antes de proceder a la resolución del contrato”, señaló el concejal de Contratación, Patrimonio y Vivienda, Álvaro González, en el pleno de febrero de 2021.

No obstante, esta vía no se ejecutó y ha sido necesario emprender una nueva licitación, que se ha demorado en el tiempo, tal y como critica el PP getxotarra, que habla de “desidia” del PNV. Según traslada su portavoz, Eduardo Andrade, “en octubre de 2021, el responsable municipal de Patrimonio informó de que debían esperar a que terminase el proceso concursal para sacar la explotación y aseguró que los pliegos ya estaban casi preparados. En febrero de este año, decía que las condiciones adjudicatarias incluían algunos cambios: las instalaciones tendrán, además de restaurante, una actividad cultural y su concesión será de 20 años, y que el proceso había sufrido retrasos, pero que se encontraba en la recta final. En marzo, el equipo de gobierno afirmaba que los pliegos estaban ya finalizados”.

Los dirigentes municipales comunicaron ayer martes el inicio del expediente para que se puedan recibir las ofertas y recordaron que se trata de un espacio destinado a bar-restaurante, que consta de dos plantas: un semisótano de alrededor de 408 metros cuadrados construidos, y una planta baja de en torno a 458 metros cuadrados construidos. Asimismo, apuntaron que no es objeto de la explotación la parte del molino (construido en 1727 y de 41,87 metros cuadrados), ya que esta será responsabilidad del Ayuntamiento, y por lo tanto, su conservación también.