Como cualquier joven de su edad, Oihane Valdezate Carbonero (10/04/2000) confiaba en poder disfrutar con parientes y amigos de las fiestas patronales de su pueblo, Trapagaran, que comienzan hoy y se prolongarán hasta el 4 de septiembre y de las que será la pregonera. Sin embargo, sus compromisos profesionales hacen que esta jugadora del Athletic deba conformarse con vivirlas en la distancia ya que ha sido convocada por la selección española sub’23 para un amistoso ante Suecia el 5 de septiembre.
Imagino que se habrá sorprendido de su elección como pregonera de las fiestas de San Ramón No Nato.
La verdad es que sí me ha sorprendido bastante que me hayan elegido como pregonera y espero estar a la altura porque el pregón es el punto de partida para unas jornadas de fiesta, de convivencia, en las que deben primar la alegría y la participación.
Imagino que a pesar de su juventud ya habrá disfrutando de esta festividad. ¿Cómo se lo plantea este año?
Lamentablemente este año no voy a poder disfrutarlas como quisiera ya que he sido convocada por la selección española sub-23 para disputar un amistoso contra Suecia en la ciudad de Jönköping y mañana 1 de septiembre debo sumarme a la concentración del equipo que se llevará a cabo en Madrid.
O sea que este año para usted es como si aún hubiera pandemia aunque, eso sí, se librará de los calores que estamos sufriendo por estos lares.
Eso espero. Es una pena no poder disfrutar de las fiestas porque no podré vivirlas mucho ya que tendré que madrugar pero me iré con la satisfacción de haber sido la pregonera de las fiestas de mi pueblo y poder mandar un mensaje de ánimo y de alegría a mis vecinas y vecinos.
Ya que lo menciona, ¿cuál es el mensaje que trasmitirá hoy a los trapagarandarras?
Pues lo primero de todo, que disfruten, ya que al fin y al cabo es un tiempo de fiesta que llevamos años sin poder disfrutar como consecuencia de la pandemia del covid y sobre todo que seamos todos muy respetuosos con los demás y que seamos responsables con todo lo que hagamos en estas fechas festivas.
Imagino que en el conjunto de esos deseos se incluye el desarrollo de unas fiestas no sexistas, libres de agresiones.
Sin duda, porque como digo, las fiestas deben ser un marco donde lo lúdico y festivo deben desarrollarse en un ambiente de respeto hacia los demás y desgraciadamente cabe hacer más hincapié en los comportamientos machistas que ponen en riesgo la libertad de las mujeres para disfrutar libremente de la fiesta y de los espacios festivos.
Máxime cuando hablamos de las fiestas de una localidad de poco más de 12.000 habitantes.
De hecho, como dices, Trapagaran es un pueblo pequeño en el que las fiestas tiene un carácter muy familiar. Al final es algo nuestro porque a diferencia de otras fiestas donde se junta mucha gente de fuera las nuestras son muy familiares y eso les da un carácter especial. Qué te voy a decir, son las fiestas de mi pueblo y aunque cuando juegue en Suecia ya habrá acabado San Ramón, me acordaré de las fiestas y, si puedo, le dedicaré la victoria al pueblo de cuya cantera salí para llegar a donde estoy. l