Hay algunas tradiciones que se cumplen a rajatabla en Gernika-Lumo. Una de ellas es compartir mesa y mantel en el sukalki del día de San Roke. Y ayer era el día señalado, cuando la localidad foral se abraza entre fogones a su patrón y disfruta de una jornada inolvidable. “Hemos tenido que esperar bastante, pero ha llegado el gran día”, aseguraba César mientras iba colocando cuidadosamente una a una las porciones de carne del guiso. Con las calles Artekale o Juan Calzada cerradas al tráfico y tomadas por unas mesas que alcanzaron proporciones kilométricas, no hubo tiempo para el descanso. Partidas de cesta punta, concurso del sukalki con comida popular y el broche final con los fuegos artificiales fueron los platos principales del menú festivo.

Desde bien entrada la mañana se hacía notar que el de ayer no era un día más de las fiestas de Andra Mari y San Roke. Había pasado la larga jornada de Andra Mari -y sobe todo, la larga noche de juerga-, pero había fuerzas de sobra. Gaiteros anunciaban que venía el día grande de fiestas, había cantores en cualquier sitio... La fuente del Mercurio era, desde bien pronto, el emplazamiento central desde el que se bombeaba la sangre festiva gernikarra por todas las arterias de la villa. Un evento motivaba la invasión en las calles: el concurso de sukalki, que cumplía su XXI edición. Un total de 19 fueron las cazuelas que compitieron. Las que entraron en tiempo, mejor dicho, porque muchas se quedaron sin poder concursar. Este año, al igual que se ha venido haciendo en las últimas ediciones, también hubo un premio para los cocineros menores de 25 años. A eso se le llama en Gernika “hacer cantera”. Antes, sin embargo, hubo que esperar a que acabaran los partidos de cesta en el frontón Jai Alai para que se diera el llenazo.

SUKALKI

En Bizkaia. El certamen de Gernika-Lumo es “una de las citas más importantes del calendario culinario de Bizkaia”. señalaban desde la organización. 

Vencedores. Tres fueron las cuadrillas que se alzaron con los premios grandes: Oinak fue el vencedor, seguido de Errenterixakuek y Etxezuri. En cuanto a los cocineros de menos de 25 años, triunfó Arrobu. Todos se llevaron la preceptiva txapela, además de premio económico.

A la cabeza del jurado, compuesto por Marije Uranga, Olatz Aberasturi, Koldo Arazosa y Patxi Bilbao, se encontraba otro personaje mítico de la zona: Marko Bastegieta, Marko Pollo. El kortezubitarra, que nada como un pez en el agua en la localidad, recibió incluso un homenaje de parte de la organización del certamen culinario. Y bajo la atenta mirada de Iparragirre -otro que ha dejado huella en la localidad- se fueron apilando una a una las cazuelas. De entre todas ellas, tres fueron las que se llevaron los premios gordos: Oinak, Errenterixakuek y Etxezuri. Txapela para todos, botella magnum -como es preceptivo- y 250 euros, 150 euros y 100 euros para el zurrón.

De camisa -o camiseta- blanca y con pañuelo de mahón, centenares de personas se dispusieron a degustar el sukalki en las muchas mesas instaladas por los bares gernikarras. La comida y su sobremesa fueron largas, de hecho hubo quien ni siquiera se levantó hasta las 20.00 horas. La animación no decayó, con infinidad de actividades programadas. La más especial, sin duda alguna, la Larrain Dantza popular -a cargo de Elai Alai y Busturialdeko Gaiteroak- que se vivió en la calle Juan Calzada. La sesión de fuegos artificiales a cargo de Pirotecnia Valecea -23.15- que iluminó Gernika-Lumo fue el colofón perfecto para una jornada “como las de antes”.

PARA HOY

San Roketxu, un día para desempolvar disfraces. Gernika-Lumo no afloja el ritmo en sus fiestas de Andra Mari y San Roke. De hecho, hoy es el día indicado -San Roketxu- para desempolvar disfraces y sacarlos a relucir a partir de las 19.00 horas en Juan Calzada. Ganarán quienes tengan más gracia.