Un grupo inversor que mueve una cadena de restaurantes ha adquirido los locales de hostelería ubicados junto la playa de Atxabiribil de Sopela, en el número 71 de la avenida Atxabiribil, con el propósito de impulsar un nuevo proyecto de restauración en la localidad. Por el momento, el proyecto aún está dando sus primeros pasos y todavía faltan muchos flecos por cerrar, pero se espera que fructifique después del verano y la nueva actividad hostelera de restauración sustituya a la actual de bares. La operación se llevará a cabo en el Sitio, Sunset y la bocatería que pertenecen a un único dueño y en estos momentos frecuenta una población joven.
“Siempre es bueno tener un restaurante de renombre en el municipio”
Hace un par de meses se registraron los primeros contactos entre un importante grupo inversor estatal y el Ayuntamiento de Sopela para conocer de primera mano diversos aspectos urbanísticos de la zona. Según ha podido confirmar este periódico, el Consistorio sopeloztarra ya dispone del anteproyecto sobre la mesa y el Área de Urbanismo está trabajando con el grupo inversor en el proyecto. A este respecto, la primera impresión de los responsables municipales ha sido positiva. “Transmite buenas sensaciones”, revelan fuentes municipales. Del mismo modo aseguran que “siempre es bueno tener un restaurante de renombre en el municipio que va a dar calidad a la zona” y apuntan que el cambio de actividad hostelera ha tenido “una buena acogida” entre los vecinos de este barrio que han mantenido diferentes litigios en otro momento por lo que denunciaban “invasión del paso”. De hecho, este asunto ya llevo al actual propietario, poco antes de la pandemia, a tener que retirar una parte de la terraza.
Los promotores del proyecto tienen previsto cerrar los locales existentes, entre los que se encuentra el Sunset, El Sitio, que en su día albergó también un histórico de la noche vizcaina como la discoteca Ribelinos, y llevar a cabo obras de acondicionamiento para abrir un local de restauración. Concretamente, al ser un inmueble cuyo uso está destinado actualmente a la hostelería, al igual que el futuro servicio, el nuevo proyecto no requerirá realizar ninguna modificación de normas por parte del Ayuntamiento.
El grupo inversor ha tenido en cuenta el potencial de la zona para dar un paso tan importante y que según algunas fuentes consultadas supondría una inversión de cerca de dos millones de euros, sin contar con el desembolso que requerirá acondicionar estos establecimientos. Sin embargo, los locales están situados en el acceso a la playa de El Peñón, al lado de un parking y cuentan con unas vistas inmejorables del litoral costero sopeloztarra y sus espectaculares atardeceres. Son muchos los vizcainos que cada tarde se acercan para fotografiar las puestas de sol e intentar captar el misterioso rayo verde.
Teniendo en cuenta la masiva afluencia que registra la zona durante el verano, está previsto que la planificación se desarrolle una vez finalice la temporada estival, así, es posible disfrutar de este privilegiado entorno hasta el otoño.
A este respecto, el Consistorio espera que se presente el proyecto definitivo, que disponga de las limitaciones, los accesos, etc., para llevar a cabo el correspondiente análisis por parte de los técnicos municipales, antes de otorgar la licencia de obra al grupo inversor en octubre para que lleven a cabo el acondicionamiento del local y sus límites. Este es un aspecto fundamental para los responsables municipales puesto que en el pasado ha habido conflictos con el espacio de uso de las terrazas y los vecinos de la zona.
Terrazas
Precisamente, hace ahora seis años, el Ayuntamiento por requerimiento judicial después de años de batalla legal, iniciada en la legislatura 2007-2011, entre el propietario de los establecimientos y el Consistorio, llevó a cabo el derribo de las terrazas de los bares El Sitio, Sunset, Thai y Bocatería. En concreto, el conflicto judicial se debió a la ubicación de las terrazas junto a un camino de servidumbre que discurre hasta unas viviendas.
Complicaciones a la hora de entrar a sus domicilios, usurpaciones de terrenos y ruidos derivados del ocio nocturno y otras diversas molestias fueron algunos de los argumentos que esgrimieron los vecinos a la hora de justificar las correspondientes denuncias que interpusieron y que terminaron concluyendo en el derribo de las terrazas y la reposición del terreno a su estado original por parte de una excavadora contratada por los servicios municipales.
Por otra parte, el derribo de las terrazas de los bares de la playa no es la primera intervención de este tipo que se realiza en la zona. En marzo de 2007, el Ministerio de Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar, demolió el edificio que albergaba una serie de establecimientos hosteleros situados en primera línea de playa. En aquella ocasión, el Consistorio sopeloztarra había alertado sobre el estado de deterioro del edificio debido al abandono de la actividad de diferentes negocios. De este modo, se procedió a la recuperación de la ladera sobre la que se sustentaba el edificio y se amplió el paseo marítimo. Una importante ejecución que aumentó alrededor de 400 metros cuadrados el arenal.
La operación prevista ahora cuenta en principio con el beneplácito del Consistorio y ha suscitado mucha curiosidad no solo entre los vecinos de Sopela sino también entre muchos vizcainos ya que se trata de una zona de moda. Por estos locales han pasado diferentes generaciones y de hecho algunas guías internacionales la sitúan como uno de los lugares recomendados para visitar por la belleza de su salvaje costa. Sus atardeces son comparados con Ibiza por muchos visitantes.
DATOS
- Locales. En la actualidad hay dos locales de hostelería, El Sio y El Sunset y una bocatería. Además una terraza sobre estos bares ofrece unas vistas impresionantes.
- Público. El público es de toda Bizkaia aunque también es frecuentado por turistas que llegan al territorio y se acercan a la costa.
- El proyecto. A falta de concreciones definitivas el grupo plantea el derribo o remodelación de todo el complejo para después rehabilitar un nuevo establecimiento de restauración.
- Los vecinos. Tanto los vecinos más afectados como los de los alrededores así como en el resto de Sopela, ven con bueno ojos una operación de este calado de cara a impulsar este litoral.
- Licencias. En principio no sería necesario solicitar nuevas licencias ya que el proyecto no pretende cambiar los usos actuales.