“Al principio no queríamos venir y ahora nos da pena marcharnos”. Kattalin Alejandro, de 15 años; Libe Etxebarria, de 16, y Mikel Santa Eufemia, de 17, resumen el sentir de la veintena de adolescentes con edades comprendidas entre los 14 y los 17 años de Bizkaia, Gipuzkoa y Araba que han participado en un auzolandegi del área recreativa de la Fuente del Oro entre el 4 de julio y el pasado viernes. Cuando mañana sus familias acudan al municipio a recogerlos y participar en una fiesta de despedida podrán comparar con el aspecto que presentaba la zona antes de la limpieza.

El espeso arbolado y la cercanía de arroyos les ha aliviado durante la ola de calor. La amistad que han construido estas semanas –”ya hemos creado un grupo de WhatsApp y hemos quedado para ir al cine”– ha sembrado de diversión las mañanas en el área recreativa, que debe su nombre a una fuente construida en una pequeña cueva en un entorno que forma parte de la ruta de las minas y seles de Alonsotegi. Por las tardes, han aprovechado para descubrir la localidad y los alrededores “y creo que conocemos casi todas las presas” en las últimas jornadas de temperaturas extremas, bromea.

Cuando llegaron, “el primer día traían unas caras...”, reconoce el director del auzolandegi, Ander Población. “En casa nos apuntaron porque nuestros padres creen que es una buena experiencia para ganar independencia y que conozcamos gente”, explican los tres adolescentes. Se han alojado en el colegio, a pocos minutos andando del área recreativa, donde se han encargado de todo lo que implica la convivencia. “Hemos lavado mucho”, comentan los jóvenes, señalando a sus camisetas verdes, sucias por las tareas que se les han encomendado.

Han acondicionado una caseta, mesas y sillas, barbacoas –sin utilizarlas por la prohibición debida a la ola de calor– y han despejado el arroyo, que estaba casi tapado por el barro acumulado en el invierno. Al llegar, “nos organizan en cuatro grupos y nos repartimos las tareas”, describen. Y han aprendido algo más: a apreciar el esfuerzo. Lo han notado “al retirar pintadas de las mesas”, rememora el director.

Inculcar valores

Al fin y al cabo, el de Alonsotegi y los demás auzolandegiak repartidos por territorio vasco con participación de más de 200 chavales “transmiten valores”, según subrayó la directora de Juventud del Gobierno vasco, Agurtzane Llano, que visitó la Fuente del Oro con el alcalde, Joseba Urbieta. También grupos de udalekus locales han comprobado la transformación de este oasis de tranquilidad entre pinos, robles y castaños que muchos vecinos elegían para relajarse en la primera etapa de la pandemia cuando no se habían levantado las restricciones de movilidad.

Es la primera vez en la que el municipio se suma a los campos de trabajo. El área recreativa ya se sometió a una puesta a punto hace dos años y existen más lugares candidatos a tomar el relevo en siguientes ediciones, aunque el Ayuntamiento todavía no ha decidido si volverán a presentar su candidatura en 2023.

La gente de fuera “cuando piensa en Alonsotegi no se hace a la idea de que tenemos tanto monte y estos lugares con encanto”, por su proximidad a Bilbao se asocia a una imagen más urbana. Otro de los enclaves que recomiendan a los mendizales es el área recreativa de Santa Quiteria, dotada también de mesas y sillas y con una pequeña ermita construida en 1914. Allí se celebra una romería popular el 22 de mayo.