Nieta de minero e hija de un operario de la siderurgia, la gallartina Itxaso Díaz vuelca en imágenes su profundo compromiso con el humanismo que le ha llevado a convertir a las personas de a pie en los protagonistas de su extensa producción de vídeos y documentales. Licenciada en Bellas Artes, Itxaso abrazó pronto la derivada social del arte e hizo de las reflexiones colectivas el guion de sus trabajos con los que ha colaborado en proyectos de numerosas ONG. Uno de estos trabajos, el documental Aires de Cambio, se visionará este jueves, a las 18.00 horas, en el auditorio del edificio Korta de la Ekoetxea Meatzaldea.

Un proyecto documental sobre los cambios, tanto sociales como paisajísticos, que el cierre de las minas supuso para Gallarta a finales de los 90, que se inauguró en junio de 2002 en la sala de exposiciones de Gallarta. Posteriormente, recaló en la Sala Rekalde de Bilbao.

Entonces se trataba de una instalación compuesta por cinco documentales -de proyección simultánea- de 20 minutos de duración, que narraba tanto el pasado minero e industrial de Gallarta como la vida en aquel cambio de siglo. Un trabajo en base a entrevistas a vecinos de Gallarta (antiguos mineros, trabajadores de Altos Hornos, alumnos del Instituto Dolores Ibarruri...) hablando de sus condiciones de trabajo, de la importancia de las minas para el desarrollo económico, político y social de Bizkaia, de lo que fue y de lo que es hoy el pueblo de Gallarta, de los vestigios mineros, de los nuevos planes para estas zonas... De lo que sabían o no sobre su pueblo las nuevas generaciones.

"Me da un cierto pudor enfrentarme a la revisitación de un documental que tiene ya 20 años pero creo que ha aguantado bien el paso del tiempo a pesar de que el momento era otro. El documental surgió en un clima de incertidumbre tras el cierre de las minas y en el que la gente se preguntaba qué iba a pasar. Hay testimonios de personas que ya han desaparecido pero que reflejan la preocupación de la gente por ese pasado que generó lo que ahora somos", señala Itxaso Díaz quien echando la vista atrás reconoce que "la cultura ha menguado con respecto a aquella época en la que Gallarta y su sala de exposiciones eran un referente territorial". "Para ser una sala que está en la periferia de Bilbao, tenía su importancia y su peso y traía, de la mano de Adel Alonso, a mucha gente, lo que hacía que estuviera en el mapa cultural vizcaino. Hoy día no se da esa atracción de propuestas de cultura contemporánea que venga de Bilbao hacia Gallarta", sostiene Díaz.

Memoria

No obstante, la videocreadora defiende que "otra cosa es la labor que ha logrado el Museo de la Minería, que a pesar de que en algunos aspectos puede seguir siendo muy parecido al de entonces, está logrando que se revalorice la memoria y ese pasado que al final define quienes somos y que cada vez más gente lo conozca".

Itxaso conoce bien Gallarta, un barrio emblemático en la explotación del mineral de hierro, actividad iniciada a finales del siglo XIX. Desde entonces las minas, sus paisajes degradados, sus barrenos, sus enormes camiones, forman parte de la vida cotidiana del pueblo. "Aquí todos somos hijos, nietos o sobrinos de mineros. Visitas guiadas con el colegio a las profundidades de las minas, documentales, monumentos... y, cómo no, Dolores Ibarruri, La Pasionaria, pregonando a los cuatro vientos el orgullo de la Gallarta minera", reseña Itxaso que con el fondo de la Corta proyectará un vídeo fusión de aquel pueblo que se fue.

"Me da un cierto pudor enfrentarme a esta revisitación pero creo que ha aguantado bien ?el paso del tiempo"

"El documental surgió en un tiempo de gran incertidumbre tras ?el cierre de las minas"

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