Las nuevas tecnologías han cambiado el funcionamiento de las empresas que están viviendo una transformación digital hacia lo que se conoce como industria 4.0. De la mano del Big Data, la Inteligencia Artificial, el Internet de las cosas, el machine Learning o el Blockchain, CCEP (Coca-Cola Europacific Partners) avanza para mejorar sus procesos, alcanzar la excelencia operativa, y lograr un impacto positivo en la sociedad. En la actualidad, la compañía es un referente en innovación digital en sus plantas y procesos.

Coca-Cola es una marca pionera y que marca tendencia en distintos aspectos. ¿Está también en la vanguardia en la aplicación de tecnologías 4.0?

—Ese es precisamente uno de nuestros objetivos, estar a la vanguardia en lo que hemos denominado Industria 4.0. Hay que tener en cuenta que vivimos en un entorno empresarial y de hábitos de consumo cambiante y las empresas tenemos que adaptarnos a los cambios. Las tecnologías 4.0 nos ayudan a dar una respuesta rápida y eficaz a lo que clientes y consumidores nos piden en cada momento. Pensemos, por ejemplo, en lo que ha ocurrido en los últimos dos años y cómo hemos tenido que adaptarnos a situaciones de mercado impredecibles. Contar con herramientas que nos permitieran adaptar la producción y distribución ha sido esencial.

¿Para qué aspectos de la actividad de Coca-Cola se aplica la tecnología? ¿Es una aliada en todos los departamentos y funciones?

—Sin duda. Pensemos que en todo el proceso de fabricación, comercialización y distribución de bebidas intervienen prácticamente todas las áreas y departamentos de la empresa. Desde la planificación del embotellado a la distribución. La tecnología es clave en la introducción de cambios en nuestros procesos, así como en la búsqueda de la excelencia en nuestra ejecución.

La digitalización es también un reto en marcha. ¿Cuál es el objetivo último?

—Desde hace años trabajamos en la puesta en marcha de una estrategia de digitalización y transformación que se fundamenta en el impulso de los nuevos canales digitales de negocio (como el comercio online); la mejora de la capacitación digital de la fuerza de ventas; el desarrollo de una cadena de suministro conectada y eficiente, con una apuesta por la analítica de datos y la inteligencia artificial. Todo con un objetivo, ofrecer el mejor servicio a nuestros clientes para que puedan responder a las demandas de los consumidores.

¿Qué proyectos pioneros sobre Industria 4.0 habéis implementado en la planta del País Vasco?

—En concreto, en la planta de Bilbao hemos puesto en marcha algunos de los proyectos que nos están permitiendo mejorar nuestra operativa, por ejemplo:

Integrum, que consiste en el desarrollo de la app para el sistema de gestión del Área de Calidad, y cuyo uso permite elaborar registros de observaciones preventivas de seguridad, comunicados de riesgos, registros e investigaciones de incidentes, comprobación de las buenas prácticas en materia de fabricación, así como auditorías internas de los sistemas de gestión de calidad, seguridad alimentaria y medio ambiente, entre otras cuestiones.

Lean, que digitaliza las operaciones de planta y almacén a través del uso de tablets, lo que permite una resolución más ágil de las incidencias, la implementación de la metodología de orden y limpieza, y una reducción de los errores en los procesos productivos de la empresa.

• El uso de carretillas láser guiadas (LGV) que guardan en su memoria el mapa de los almacenes, sabiendo dónde hay o no producto, así como por dónde circular, para las distintas labores logísticas de la planta. Con ello, se aumenta la productividad de la planta al reducirse los errores humanos.

• El proyecto Transporeon, que permite gestionar el flujo de carga de camiones en almacenes y optimizar su carga, ya que ofrece visibilidad de la red de transportes en España y geolocalización en tiempo real de todos los camiones.

• El uso de gafas de realidad virtual para labores de formación en prevención de riesgos labores.

¿Que beneficios concretos les aporta la tecnología?

—En definitiva, empleamos la tecnología para agilizar nuestra respuesta a los cambios de mercado, sin perder el foco en el control de costes. A mismo tiempo, los avances que acometemos en materia de digitalización e Industria 4.0 nos ayudan a mejorar el espacio de trabajo de nuestros empleados, reduciendo el número de incidencias y accidentes, potenciando su desarrollo profesional y, en última instancia ayudándonos a crear el workplace del futuro.

Por su cargo conocerá el panorama europeo... ¿podemos decir que Euskadi y la industria alimentaria están preparadas? ¿Están al nivel de las industrias del sector europeas?

—Creo que sí. Al final nuestras empresas tienen que competir con el resto de las empresas del entorno europeo y, por ello, han entendido que han de introducir la innovación como un elemento clave en sus estrategias de desarrollo. Nosotros estamos convencidos de ello y por eso invertimos en ello.

Con la actual crisis energética, es importante la inversión en sistemas y modelos de eficiencia. ¿Está Coca-Cola preparada para hacer frente a la situación actual?

—Sin querer parecer pretencioso, diría que sí. Pensemos que buena parte de la tecnología que estamos utilizando nos permite ser más eficientes también desde el punto de vista de los consumos de energía, agua, etcétera. Pongamos un ejemplo, los sistemas implementados en nuestras líneas nos permiten capturar datos en tiempo real, monitorizar paradas, averías y mermas. Incluso, gracias al uso de gafas de realidad virtual, podemos conectar con nuestros proveedores de soporte técnico en remoto, reduciendo el tiempo de resolución de averías/incidencias. Al final, diseñamos procesos más eficientes y robustos que redundan en mejorar nuestras operaciones y en reducir tiempos y consumos.

¿Cómo se adaptan las personas que trabajan en la planta de Coca-Cola a la tecnología? ¿Supone una mejora de la calidad de sus puestos de trabajo?

—En todo este proceso de integración tecnológica hay un elemento importante de formación de los empleados. La realidad es que la integración tecnológica está siendo bien recibida porque se entiende como un elemento que nos está ayudando a ser mucho más eficientes. Debemos pensar, además, que la tecnología nos permite automatizar algunos procesos repetitivos y que los empleados puedan destinar su tiempo a tareas de mayor valor añadido, lo que también acaba repercutiendo en cómo se sienten realizados en su puesto de trabajo.

El portfolio de Coca-Cola evoluciona, crece y se adapta a las demandas de la sociedad, y sin embargo, Coca-Cola sigue siendo fiel a su fórmula original, y ahí reside su gran valor. Coca-Cola evoluciona sin perder su identidad. ¿Así debe aplicarse la tecnología?

—Exactamente. La tecnología debe ayudarnos a mejorar nuestros procesos, pero no debería hacernos perder nuestra esencia.