El Centro de Formación Somorrostro comenzó su andadura el 3 de febrero de 1947, con treinta alumnos y tres profesores, liderado por Don Marcelo Gangoiti Urrutia, sacerdote ordenado en 1941 en el Seminario de Vitoria donde coincidiría con el padre José María Arizmendiarrieta, fundador del movimiento cooperativo de Mondragon y otros religiosos que emprendieron otros centro de formación como la escuela de Pesca de Ondarroa. “El principio filosófico de Arizmendiarrieta y de Marcelo Gangoiti es el mismo, la diferencia está en la capacidad del tejido industrial que Marcelo se encuentra, con toda la Margen Izquierda en pleno apogeo en todas las grandes empresas, por lo que no tiene esa necesidad tan imperiosa de crear empresas. Sin embargo, Arizmendiarrieta no tiene esa posibilidad, por lo que debe ir a través de los pequeños talleres que existían en el entorno dando lugar a la creación del movimiento cooperativo. Pero los principios emanan del Seminario de Vitoria de la formación con el padre Barandiarán”, apunta Javier Laiseca, actual director del Centro de Formación Somorrostro. Cuando Marcelo Gangoiti llega a Muskiz, la situación de la Zona Minera de Bizkaia presentaba un alto índice de degradación económica frente a la situación emergente de su comarca limítrofe, la Margen Izquierda del Nervión. Esta realidad impulsa a D. Marcelo a crear la Escuela de Orientación Profesional para que su alumnado pueda ingresar en las Escuelas de Aprendices de las empresas tractoras del desarrollo industrial y económico de Bizkaia y del país en esa época.
“Históricamente el centro nace como un centro de formación profesional, pero qué duda cabe que a lo largo de su historia ha habido una evolución. Fue un hito histórico la incorporación del Bachillerato con la reforma educativa y con la segunda reforma la implantación de la segunda educación obligatoria fundamentalmente por lo que es el espíritu del colegio que no es otro que dar respuesta en cada momento a lo que necesita su entorno”, valora Javier Laiseca quien señala que estos cambios siguen estando presentes hoy día en apuestas como la que pasa por crear el primer TEK educativo vasco, “es un momento claro de compromiso con el entorno y explicitado, además incluso un poco alineado con todo lo que es la transición energética que en la que estamos inmersos en este momento como por el hecho reciente de implementación de la familia profesional de energía y todo lo que es el la alineación del centro con la estrategia del corredor vasco de hidrógeno”, apuntala Laiseca.
El Centro Formación Somorrostro se ubicó en unos terrenos del Marqués de Villarías en los que era notoria la existencia de numerosas especies arbóreas desconocidas por estos lares como un cedro del Líbano, cuya hoja fue durante muchos años parte del logotipo del centro educativo, y que desde el pasado reverdece en los jardines del centro gracias a la plantación de un esqueje del vetusto árbol de más de 300 años. “Con la plantación de este cedro del Líbano queremos simbolizar de alguna manera el compromiso del centro con las futura generaciones y con este entorno de Muskiz y nuestro compromiso por seguir convirtiéndonos en un agente de transformación social para la mejora de las condiciones de vida de os ciudadanos que moran estos territorios”, señaló Laiseca en el acto de plantación del nuevo cedro al que asintieron entre otras personalidades Kerman López, patrono de la Fundación Marcelo Gangoiti y Vicario General de la diócesis de Bizkaia, y Ainara Leiba, alcaldesa de Muskiz.
El centro, con 2.200 alumnos -1.500 de FP- ha dado importantes pasos para realizar un significativo cambio pedagógico tanto en los grupos de Formación Profesional -a través de la utilización de la metodología ethazi- como de los de ESO y Bachillerato, donde avanzan para adaptarse a la formación basada en el trabajo colaborativo. Una labor en la que se empeñan a diario 194 docentes y 21 personas no docentes.