El Ayuntamiento de Bakio ha aprobado el presupuesto municipal para el presente ejercicio con los votos a favor de EH Bildu y BakioBai! y la abstención de EAJ-PNV. Las nuevas cuentas ascienden a 4.706.808,93 euros y se trata del “primer presupuesto” que aprueba en el Ayuntamiento “una vez superado el endeudamiento” que arrastraba desde 2012, destacan fuentes municipales.En este sentido, el Consistorio se ha marcado tres líneas estratégicas a desarrollar. Por un lado, la “sostenibilidad económica” como valor para gestionar los recursos públicos y, por otro, volver a “conectar con la comunidad” y plantear una “dinámica participativa” para priorizar proyectos e inversiones. También se apuesta por seguir desarrollando la agenda 2030 y “adaptando el territorio al cambio climático”.

El proceso de participación se iniciará con un compromiso político consensuado por el pleno y se creará una comisión de garantías formada por ciudadanía, que representará la mitad más uno del grupo, técnicos municipales y corporativos. El objetivo será “analizar, valorar y proponer mejoras”, apuntan. Para ello se reforzarán las partidas de comunicación, que se amplía en 10.000 euros (en total 30.000 euros) y la de participación, con otros 10.000 ( 30.000 euros).

Sobre esta línea, adecuarse al cambio climático y al desarrollo de la agenda 2030 es otro de los retos que se marca el Consistorio bakiotarra “a corto, medio y largo plazo”, exponen. Para este cometido se mantiene la partida de estudios y asesoría de medioambiente y se contempla una licitación amplia mediante un concurso público para contratar “un servicio de asesoría para cubrir las necesidades detectadas”.

A juicio de los responsables municipales, las nuevas cuentas buscan “mantener una estructura estable en todos los capítulos” para mantener y mejorar los servicios públicos. También se recoge el “compromiso de ampliar la plantilla” creando dos puestos de administrativo/a, un puesto en la brigada municipal, tres de policía municipal y un arquitecto municipal a media jornada.

En cuanto a los gastos estructurales, se amplían las partidas destinadas a los trabajos de mantenimiento del espacio público como jardines, parques, alumbrado, caminos y el mantenimiento de los edificios. Sobre los servicios públicos, se plantean mejoras y subidas de gasto en la nueva licitación de recogida de residuos y la limpieza de edificios públicos con la recuperación por parte del Ayuntamiento de parte del servicio.

Sobre las partidas relacionadas con el ocio, la cultura y el bienestar de la ciudadanía, se propone volver a la inversión anterior a la pandemia en actos culturales y de ocio. Del mismo modo, se hace una apuesta clara por “proyectos que ponen la vida de las personas de la comunidad en el centro”, como son Zaintza Sarea, Bakio Mugi, Gazteleku y la ludoteca.

En cuanto a inversiones, la “reflexión colectiva” va a tener un protagonismo destacado, pero se contemplan otros proyectos como la implementación de medidas de reducción de velocidad; máquinas para hacer gimnasia en la calle; un área de calistenia; mejoras en saneamiento y vida de los barrios; acciones destinadas a mejorar las zonas de inundabilidad; trabajar la autonomía energética; cumplir con la mejora de la Gure Etxea y reformar el espacio público.