El año termina en Bizkaia con los deberes hechos y la mirada puesta en el año que viene, el del relanzamiento y el de la recuperación. Al menos, sobre el papel. Así lo reflejan también los Presupuestos de 2022 del Territorio, un 7,4% más redondos que los precedentes. Continuistas y expansivos en sus líneas básicas (acción social, transición verde y digital, movilidad,...) con los que la Diputación confía en poder hacer frente a las prioridades existentes y a las urgencias destapadas por la pandemia.

Las cuentas públicas no son del gusto de la oposición; no lo fueron desde el principiono son del gusto de la oposición. Tanto Elkarrekin Bizkaia como EH Bildu presentaron enmiendas a la totalidad y varios cientos de parciales. Consideran Eneritz de Madariaga y Beatriz Ilardia que "están fuera de la realidad" y que "son una oportunidad perdida" y por eso mismo han votado en contra de los Prespuestos, diciendo 'No' a los 1.459,8 millones de euros que los nueve departamentos de la institución foral tendrán a su disposición este próximo ejercicio.

Serán 101 millones más con los que el gobierno vizcaino espera asentar las bases de la recuperación y de la modernización. El diputado general, Unai Rementeria, ha señalado que la aprobación del presupuesto por la mayoría (63%) de las Juntas Generales permitirá a la Diputación ejecutar las inversiones y gastos necesarios "para consolidar la recuperación económica sin dejar a ninguna persona atrás".

En este sentido ha recordado que el objetivo del presupuesto es "progresar hacia una Bizkaia con mejor calidad de vida, mejores servicios públicos y más igualitaria, ayudando a la actividad económica y el empleo y avanzando en cuatro transiciones clave para el futuro de Bizkaia: la transición a un mejor sistema de cuidados, a una movilidad sostenible, la digital y la transición energética".

Desde la oposición volvieron a hablar de "rodillo" y de "imposición de un proyecto impermeable". Cierto es que en los tres últimos años sus 'retoques' a las cuentas no han sido tenidos en cuenta; pero también lo es que ni PNV ni PSE querían romper el techo de gasto permitido legalmente y endeudarse más, ni tampoco romper acuerdos plurianuales o inmiscuirse en competencias municipales. Eso si, el Fondo Udalkutxa (dinero que es distribuido entre los ayuntamientos) vuelve a incrementarse.

Así las cosas, y sin sorpresas, Bizkaia mantiene alto su escudo social gracias a los 599 millones de euros del Departamento de Acción Social (+5,4%) y los 72,3 millones de euros correspondientes al de Empleo, Inclusión Social e Igualdad (+10,3%). Pero es que, también se apuesta por la Sostenibilidad y Medio Ambiente (67,3 millones de euros, un 7,4% más) y por la Movilidad y el Transporte: 187,4 millones (+11,9%).

Unos números "ilusionantes" con los que se pretende garantizar unos servicios publicos de calidad y "modernizar Bizkaia. Es el momento de la recuperación", ha enfatizado el jeltzale Mikel Bagán. Y en una línea similar se ha expresado el portavoz socialista Juan Otermin, quien ha hablado de "pisar el acelerador de la recuperación en clave de solidaridad" aprovechando las previsiones de recaudación.

La inyección de gasto anunciada para 2022 en varios capítulos, no ha tenido eco entre los grupos de la oposición. Eduardo Andrade (PP) ha cuestionado el gasto en la red de bidegorris y ha atribuido a la institución foral parte de culpa en el último accidente mortal de un motorista en Amorebieta entre otras cuestiones. Y más centrado en el debate del día, ha calificado de "puro trámite" el pleno de aprobación de los Presupuestos de Bizkaia.

Aunque las mayores referencias a jeltzales y socialistas han llegado por boca de EH Bildu y de Elkarrekin Bizkaia.

Sus portavoces, Bea Ilardia y Eneritz de Madariaga, han centrado sus intervenciones en sacudir a los partidos que conforman el equipo de gobierno. La primera ha reclamado altura de miras al PNV y la segunda ha puesto en duda el peso del PSE en el proyecto de presupuestos.Las respuestas han llegado de la mano del jeltzale Mikel Bagán, quien ha reprochado a la coalición independentista de haber optado por quedarse el margen del debate real y preferir "la teoría y el discurso". Y Juan Otermin ha replicado que a la formación morada "le molesta que el PSE esté en el gobierno".